Por: Juana Mercedes
SANTO DOMINGO_Las mascarillas son un elemento fundamental para protegernos frente al coronavirus. Su uso ya es obligatorio en el transporte público y se baraja la posibilidad de que esta medida se extienda también a otros espacios cerrados en los que es complicado mantener la distancia social.
No queda otra que usarla, pero hacerlo puede ser verdaderamente incómodo para algunas personas, como las que llevan gafas y soportan que los cristales se empañen, e incluso derivar en problemas en la piel. Desde granitos o rozaduras hasta brotes de dermatitis. Las mascarillas provocan un microambiente en el que aumenta la humedad, la fricción y el calor, de ahí la irritación.
En el caso de las mascarillas de tela las consecuencias pueden ser peores ya que al ser, como avisó la OMS, un “potencial foco de infección”, pueden provocar problemas de hongos.
Por suerte se pueden tomar algunas medidas para prevenir y aliviar estas problemas. La primera recomendación de los dermatólogos es clara: hidratar, hidratar e hidratar. Es el primer paso para evitar que la piel se seque y que las irritaciones empiecen a aparecer. Por eso los médicos recomiendan dejar aparcado durante estos meses el maquillaje, que puede obstruir los poros, y en tal caso apostar por cremas hidratantes con color o BB Creams. Tampoco puede faltar la protección solar: estamos más blancos que nunca y los rayos ultravioleta penetran a través de las mascarillas.
A pesar de tener en cuenta estos consejos y prevenciones, los problemas pueden seguir apareciendo. Estas son las recomendaciones de los dermatólogos, aunque si las reacciones son severas, lo mejor es consultar siempre a un especialista.
Marcas y rozaduras
Las sufren especialmente los que están en primera línea y tienen que llevar la mascarilla puesta durante muchas horas. Desde que empezó la pandemia hemos visto las imágenes de sanitarios con marcas en la cara tras acabar sus turnos de trabajo. Esto ocurre porque las paredes de pequeños vasos sanguíneos se dañan.
Deanne Mraz Robinson recomienda aplicar productos como el gel de árnica, que también suele utilizarse después de tratamientos estéticos que provocan quemazón en la piel.
En resumen
Claves para evitar el daño de las mascarilla en el cutis:
– Extremar el cuidado facial.
– Hidratación con cremas ligeras.
– Limpieza previa y posterior con productos suaves («syndet»).
– Evitar el maquillaje.
– En caso de tener acné (o problemas previos similares): llevar a rajatabla los rituales de cuidado y tratamientos.
– En caso de inflamación: masaje suave en la ducha y frío local, si es necesario.
– En caso de irritación: lavar la zona con jabón suave o agua micelar. Cremas con corticoides (bajo prescripción).
– En caso de herida abierta: desinfección (betadine o clorehidina) y cremas reparadoras o apósitos hidrocoloides.
– Para prevenir: productos-barrera (vaselina), apósitos protectores y descansos.
Fuente:redaccionmedica.com
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