¿Sabías que hay partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés? A menudo, no somos conscientes de cómo este trastorno que combina nerviosismo, cansancio y angustia puede llegar a alterar desde nuestros procesos fisiológicos hasta los mentales.
Estamos ante una condición compleja y multicausal que no solo altera nuestra calidad de vida. También impacta en nuestra salud y se manifiesta en ese cuerpo agotado, en ese dolor de cabeza persistente, en esa piel que sufre más acné o en ese corazón que bombea más rápido de lo habitual.
Según este informe de la Asociación Psicológica Americana (APA) nuestro sistema musculoesquelético es el más afectado en estos casos. Aún más, en ocasiones, al carecer de adecuadas estrategias para hacer frente a estos estados tan desgastantes, es común que acabemos arrastrando dolores crónicos.
Así, todo ello acaba perfilando las clásicas enfermedades psicosomáticas, esas que no siempre tratamos de forma adecuada. Un ejemplo de ello es limitarnos a tomar antiinflamatorios o fármacos para dormir sin saber que la raíz del problema es otra. Otra más profunda, difusa y compleja.
En estos casos no debemos dudarlo: es necesario contar con un buen profesional que nos ayude a afrontar mejor el estrés y los trastornos de ansiedad.
Veamos por tanto cómo altera esta condición tan seria a nuestro organismo, entendamos este complejo proceso fisiológico para poder reaccionar a tiempo y buscar una respuesta ajustada.
Partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés
Hay muchas partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés. De este modo, tal y como nos explican desde un estudio realizado en la Universidad de Kansas y publicado en el Journal Experimental and Clinical sciences, el estrés puede ser desde el desencadenante hasta el agravante de muchas enfermedades previas.
Esto es así porque altera los siguientes sistemas hormonales y centros orgánicos:
- La hormona adrenocorticotropa
- El sistema nervioso central.
- El sistema gastrointestinal.
- El área tegmental ventral de nuestro cerebro.
Esos cambios que el estrés se inician sobre todo a nivel hormonal. Provocan cambios biológicos en diferentes áreas de nuestro organismo hasta desencadenar enfermedades de mayor o menor consideración. Es más, no podemos olvidar que esas alteraciones también afectan al sistema nervioso central, hasta mediar en nuestro comportamiento y pensamientos.
Es un hecho de gran alcance que debe animarnos siempre a contar con ayuda profesional en estos casos. Veamos ahora qué partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés.
1. Piel
El acné, las manchas, la inflamación e incluso la psoriasis podría deberse a cambios hormonales causados por el estrés.
Así, tal y como nos revela un estudio llevado a cabo por el doctor Ying Chen, de la Universidad de Boston, la relación cerebro-emociones-piel es directa y significativa. Es decir, nuestras emociones se reflejan a menudo en la piel en forma de enfermedades.
La tensión que genera este trastorno emocional incrementa la respuesta inflamatoria del cuerpo, lo que, entre otras cosas, causa taponamiento de los poros, alergias y hasta pérdida de elasticidad y aparición de manchas.
Lo más común es sin duda que tienda a acumularse grasa e impurezas dentro de los poros, de ahí que se formen los molestos puntos negros y granitos.
2. Músculos
Los huesos y los músculos son áreas del cuerpo bastante afectadas por los grados crónicos de esta condición. Al causar una respuesta del sistema músculo-esquelético, genera una fuerte tensión que se traduce en dolor y dificultades para moverse con normalidad.
3. Corazón
Existe una relación directa y evidente entre los constantes episodios de estrés y el mayor riesgo de problemas cardiovasculares como el colesterol y triglicéridos altos, la presión arterial y los problemas de circulación.
Así, desde la Universidad de California, se realizó un interesante estudio donde demostrar esta clara correlación entre el estrés psicológico y las enfermedades del corazón. No obstante, eso sí, hablamos de estados crónicos donde esa ansiedad y ese estrés se mantienen durante meses.
Además, todo indica que el ritmo cardíaco se acelera de manera considerable, aumentando la velocidad para transportar la sangre hacia el cerebro y otras partes del cuerpo.
“Con cierta frecuencia encontramos en nuestras consultas a pacientes hipertensos que señalan que su hipertensión es emotiva, pues reconocen que generalmente los incrementos en su presión arterial se asocian a situaciones estresantes aún cuando se encuentran bajo tratamiento con fármacos hipotensores.” señala el estudio de estrés como factor de riesgo de la hipertensión.
4. Sistema inmunitario
Las personas que padecen un grado crónico de este trastorno emocional presentan una disminución significativa en su respuesta inmunitaria, lo que a su vez aumenta la predisposición a padecer infecciones. Así lo afirma esta investigación realizada por la Universidad de Kentucky (Estados Unidos).
Esto se debe a la intervención que tiene sobre las actividades que gastan el mayor número de energías para combatir los microorganismos que pueden atacar el cuerpo.
5. Aparato digestivo
Entre esas partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés, está sin duda el sistema digestivo. Así, en esos estados antes señalados donde el estrés es recurrente podría conllevar a síntomas físicos en el estómago, intestinos, etc.
Veamos algunos ejemplos.
- La diarrea.
- El estreñimiento.
- La inflamación.
- Los gases.
- El dolor abdominal.
- La acidez y el reflujo.
- El síndrome del intestino irritable.
- La úlcera péptica o enfermedad inflamatoria del intestino.
Todas estas afecciones podrían ser el resultado del incremento de la hormona conocida como “cortisol”.
6. Peso corporal
El estrés es una condición que presenta una relación directa con el incremento de peso, así como en problemas crónicos como la obesidad.
- Todo indica que las personas que padecen de estrés recurrente tienden a ingerir más calorías como respuesta ante los otros síntomas emocionales que deriva.
- Sin embargo, en menores casos podría ocurrir todo lo contrario, ya que algunas veces las hormonas del estrés generan hiperactividad de la glándula tiroides, que estimula la eliminación de calorías con mayor rapidez.
7. Cerebro
Entre las partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés, una de las más afectadas por los episodios recurrentes de esta enfermedad es el cerebro.
El cortisol, la hormona principal del estrés, impacta de manera negativa la corteza frontal del cerebro, responsable de ayudar a tomar decisiones y conservar la memoria. De hecho, este estudio realizado por la Universidad de California en San Diego hace hincapié en la relación existente entre la pérdida de memoria y el declive cognitivo y el estrés crónico.
Esto explica por qué durante las situaciones de tensión las personas no pueden tomar decisiones acertadas y tampoco logran concentrarse bien en sus actividades.
8. Hígado
Según este estudio del Hospital de Craiova (Rumanía) las personas que están lidiando con algún tipo de enfermedad hepática podrían sufrir una recaída por culpa del estrés. Este es sin duda un hecho de relevancia que debemos considerar a la hora de pedir ayuda profesional y especializada.
Las sustancias químicas que se activan cuando llega a un grado crónico afectan las células denominadas linfocitos citolíticos, responsables de favorecer la destrucción de los hepatocitos, lo que reagudiza las patologías propias del hígado.
9. Riñones
El exceso de producción de cortisol conduce a un aumento de la excreción renal de fosfato, lo que puede originar debilidad muscular, alteraciones óseas y graves dificultades para el buen funcionamiento de los riñones.
10. Niveles de glucosa
Entre las partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés, está ese mecanismo encargado de regular nuestros niveles de glucosa. Así, padecer un grado elevado de esta condición podría provocar un desarrollo de resistencia a la insulina.
Es decir, tal y como nos revela un estudio llevado a cabo en el Instituto de Diabetología Clínica de Leibniz, el estrés psicológico agudo genera una dificultad del organismo para utilizar de manera efectiva esta sustancia que sirve para regular de forma eficaz los niveles de azúcar en la sangre.
En las personas que ya luchan contra la diabetes podría agravar la enfermedad al generar alteraciones sobre el sistema que ayuda a controlarla.
Para concluir, tal y como hemos visto son muchas las cuerpo que se ven afectadas por el estrés. No dudemos por tanto en solicitar ayuda psicológica para tratar la raíz del problema. Estos estados requieren un enfoque multidisciplinar donde contar con expertos que puedan guiarnos a la hora de mejorar nuestra salud y calidad de vida.
Fuente:mejorconsalud.as.com
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