Toronto (Canadá) (EFE).- Canadá culmina este domingo una de las campañas electorales más broncas de su historia reciente por las protestas de los antivacunas, que han centrado su ira en el primer ministro en funciones y líder del Partido Liberal (PL), Justin Trudeau, sobre el que todo apunta que repetirá victoria en las urnas.
Trudeau, que en agosto disolvió de forma inesperada el Parlamento y convocó elecciones anticipadas sólo dos años después de los últimos comicios, tenía previsto protagonizar este domingo mítines virtuales y presenciales en casi todas las provincias de Canadá, incluidas Quebec, Ontario y Columbia Británica, que decidirán el ganador de la contienda.
Las encuestas señalan que el Partido Liberal de Trudeau está ligeramente por delante del Partido Conservador (PC) de Erin O’Toole, aunque el margen de error de los sondeos significa que existe un empate técnico entre las dos principales formaciones del país.
Según la radiotelevisión pública canadiense, CBC, la media de todas las encuestas señala que los liberales de Trudeau tienen un 31,4 % de apoyo del electorado, mientras que los conservadores de O’Toole suman el 30,7 %.
Con estas cifras, los analistas consideran que los liberales disponen de ventaja, gracias al sistema electoral canadiense de sufragio directo, que en la práctica significa que el lunes se celebrarán 338 elecciones para elegir a otros tantos diputados que conforman la Cámara Baja del Parlamento.
CBC prevé que los liberales puedan obtener el lunes 154 diputados, mientras que los conservadores tendrán que contentarse con 118. Por detrás quedarán el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), con 34 diputados; y el soberanista Bloque Quebequés (BQ), con 31 diputados. El Partido Verde obtendría también un escaño.
En las elecciones de 2019, el PL consiguió el 33,1 % de los votos y 157 escaños, frente al PC, que aunque obtuvo más votos y el 34,3 % de las papeletas, logró 121 diputados.
El BQ sumó 32 escaños, el NPD 24 y los verdes 3. Una de las grandes incógnitas de la votación del lunes es si el Partido Popular de Canadá (PPC), del exministro conservador Maxime Bernier, conseguirá su primer diputado en unas elecciones.
Bernier, que ocupó varias carteras durante los Gobiernos del exprimer ministro Stephen Harper entre 2006 y 2009, ha aglutinado el apoyo de los sectores más radicales del movimiento conservador canadiense, incluidos los antivacunas.
Según los sondeos, el PPC cuenta con el apoyo del 6,7 % de los electores, lo que le coloca al borde de obtener un diputado. Precisamente Bernier, que es conocido por sus ideas radicales y más de un escándalo, ha protagonizado varias manifestaciones “de libertad” para apoyar a los antivacunas, la última el sábado en Calgary, el corazón del movimiento conservador de Canadá.
Bernier, que presume de no estar vacunado contra la covid-19 y es el único líder de uno de los principales partidos políticos de Canadá que no se ha inmunizado, calificó a los manifestantes durante el mitín de “luchadores por la libertad».
Han sido partidarios de Bernier y su mensaje antivacunas los que han acosado a los líderes de los otros partidos, especialmente a Trudeau y Jagmeet Singh, del NPD, durante sus eventos, y han convertido la campaña electoral que termina este domingo en una de las más broncas de la historia moderna del país.
Desde los primeros días de la campaña, Trudeau fue perseguido e insultado en las calles de poblaciones del sur de Ontario, la provincia más poblada del país y donde se eligen 121 de los 338 diputados de la Cámara Baja.
El 17 de agosto, el segundo día de campaña electoral, un grupo de antivacunas trató de detener a Trudeau y su comitiva en Aurora, a unos 50 kilómetros al norte de Toronto, lo que provocó enfrentamientos con los guardaespaldas del primer ministro en funciones.
A principios de septiembre, en otra localidad rural de Ontario, manifestantes conservadores arrojaron entre insultos y consignas antivacunas grava contra Trudeau y varios periodistas, un incidente inusual en el mundo político canadiense.
La gota que colmó la paciencia de Trudeau fue cuando el pasado 13 de septiembre, un manifestante se aproximó al político e insultó a su esposa con una palabra soez.
Trudeau, que estaba esperando a ser entrevistado en la televisión canadiense, se bajó la máscara que cubría su boca y se enfrentó con el manifestante.
El creciente apoyo hacia Bernier de los votantes más conservadores está favoreciendo las perspectivas electorales de Trudeau, especialmente en aquellas circunscripciones en las que el PL y el PC están empatados en intención de voto.
Social Buttons