SANTO DOMINGO.- Los prolongados embotellamientos de tráfico que se generan en muchas intersecciones del Distrito Nacional representan una verdadera zozobra para los choferes, pero además, pérdidas económicas por el gasto de combustible.
Los tapones que se crean durante las horas pico en casi todas las principales avenidas de la capital son una fuente constante de irritación y estrés para los conductores. El pesado tráfico provoca que trayectos que se pueden recorrer en unos pocos minutos se prolonguen por más de una hora.
“Imagínate tú, yo vengo de Los Alcarrizos y tengo hora y media en el camino, un trayecto que con el tráfico normal yo lo hago en 15 minutos, con eso no se puede en este país”, manifestó el taxista Alejandro Pérez.
Algunos choferes consideran que los agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre DIGESETT, en vez de agilizar, lo que hacen es obstaculizar el tránsito. Señalan que en ocasiones el semáforo cambia varias veces a verde sin que estos cedan el paso.
Los conductores reconocieron que el problema de los tapones en la capital es un tema de difícil solución debido a que cada vez es mayor la cantidad de vehículos que circulan por las calles y avenidas de la ciudad.
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