James Bond en seis décadas se ha convertido en un fenómeno cultural mundial. “Sin tiempo para morir” se convierte en la película número 25 de las aventuras de
Estas son siete claves de la saga.
Al principio, James Bond era un héroe de novela, con más de 60 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. El espía nació hace seis décadas de la pluma del periodista británico Ian Fleming, que aportó al personaje su experiencia como espía al servicio de su Majestad durante la Segunda Guerra Mundial.
El primer libro de 007, “Casino Royale”, salió publicado en 1953. Le seguirían 13 más: “Goldfinger”, “Dr. No”, “Desde Rusia con amor”, y una serie de relatos cortos. Fleming murió a los 56 años, en 1964, solo dos años después de la primera adaptación a la gran pantalla, la película “El satánico Dr. No”.
“Al servicio de su Majestad”, “El mundo no basta”, “Skyfall”, “Otro día para morir”… Con 25 películas en total de la saga oficial, producidas aún hoy en día por los descendientes de uno de los productores históricos, Albert R. Broccoli, cada generación tiene su James Bond de culto.
Según el periodista francés Guillaume Evin, especialista de la saga, si se tiene en cuenta la inflación, las películas de Bond han representado unos ingresos del orden de 16.700 millones de dólares.
Lanzada quince años antes de la llegada de Star Wars, la franquicia es una de las más rentables de la historia del cine. Y cada película se convierte en un escaparate de productos de lujo, bebidas alcohólicas, coches y relojes.
La saga 007 pasó este año a formar parte del gigante del comercio electrónico Amazon, que anunció la compra del estudio MGM por 8.450 millones de dólares.
Fallecido el año pasado, Sean Connery fue el primer Bond, en “El satánico Dr. No”, y participó en las seis primeras películas. Connery sigue siendo para muchos fans el James Bond por antonomasia: viril, seductor y misógino, dotado con un irresistible carisma.
Al escocés le sucedieron otros cinco actores: el australiano George Lazenby (el único no nacido en las islas británicas), Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig.
Agente secreto de su Majestad, James Bond trabaja para el MI6, el servicio de inteligencia exterior británico. El primer “0” de “007” significa que tiene permiso para matar, el segundo, que ya lo ha hecho, y el 7, es su código dentro del servicio.
M. es el jefe de Bond. La actriz Judi Dench marcó la historia de la saga feminizando este papel entre 1995 (“Goldeneye”) y 2012. Q. es el compañero de Bond que le proporciona los más modernos “gadgets”… Sin olvidar a Moneypenny, la secretaria de M., con la que James Bond no duda en coquetear
El éxito de la saga se encuentra igualmente en sus frases de culto. Entre las más famosas destacan “Bond, James Bond” y el gusto de este espía por los cócteles de martini con vodka, “mezclado, no agitado”.
También están todas esas frases que muestran el humor “bond”, mezcla de juegos de palabras y de machismo a tomar o no al pie de la letra, según la época. Como cuando 007 le dice a la “chica Bond” de “El hombre de la pistola de oro”, interpretada por Maud Adams, “¿Señorita Anders? No la había reconocido vestida”.
Sin sus archienemigos, Bond no sería nadie: del traficante de diamantes de Goldfinger a la organización criminal SPECTRE, dirigida por el infame Blofeld. Y para luchar contra ellos, 007 cuenta con un arsenal de dispositivos, tan temidos como estrafalarios: cigarrillos explosivos en “Solo se vive dos veces”, coches Aston Martin con matrículas que giran, lanzaclavos y asientos eyectable, palos de esquí que disparan, reloj láser…
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