- La silla. Colócala a una altura en la que puedas apoyar los pies y mantener las rodillas a nivel de la cadera, en un ángulo de 90 grados. El respaldo debe mantener la curvatura normal de la columna.
- El cuerpo. Mantén la espalda erguida y en línea recta con los talones. Apóyate en cojines, descansapiés, respaldos y descansabrazos para lograr la postura perfecta. Mantén el teléfono lo suficientemente cerca como para no tener que estirarte a alcanzarlo.
Cada 50 minutos levántate, camina, estírate y relájate unos cinco minutos.
- La computadora. Coloca el monitor a unos 45 centímetros de distancia de tus ojos y el teclado al nivel de los codos. Evita brillos y reflejos en la pantalla.
- Al sentarte o levantarte: Utiliza los apoyos, como descansabrazos, el borde del asiento, los muslos o las rodillas. No te desplomes sobre el asiento para no lastimar tu columna.
¿Cómo optimizar tu trabajo para rendir mejor?
- Establece un horario fijo para trabajar desde casa y, sobre todo, respétalo. De lo contrario, el cuerpo te cobrará la factura.
- Ten un espacio en casa especialmente para trabajar. Debe ser un sitio cómodo, iluminado, bien ventilado y que el resto de la familia sepa que, si estás ahí, es porque estás trabajando y necesitas concentración.
Evita sentarte en el borde de la silla para que no lleves el peso del cuerpo hacia un solo lado.
- Mantente activo. Haz ejercicio regularmente, estira tu cuello, brazos y piernas.
- Duerme bien. ¿Qué postura adoptas al dormir? ¿Cuánto tiempo llevas con el mismo colchón? ¿Qué tal tu almohada? Aquí te contamos cómo puedes mejorar la calidad de tu sueño.
- Evita distracciones. Nos referimos al uso del televisor, la música, el teléfono, las redes sociales o los videojuegos. Recuerda siempre que estás en horas de trabajo y que la empresa está confiando en ti.
- Trabaja con tus emociones. Quizá el home office te ayude con el estrés laboral, pero podría incrementar el que se vive en casa (ruidos, interrupciones, distracciones). Quizá sea el momento de iniciar una terapia psicológica (ya se cuenta con la ventaja de que un profesional de la salud mental puede atenderte por videollamada).
Ventajas del home office
- Ahorro de tiempo, dinero, tráfico y estrés en el traslado de la persona.
- Mejor equilibrio entre el trabajo, la familia y el hogar.
- Mayor lealtad y productividad (un estudio realizado por la Universidad de Stanford demostró que los empleados que trabajan desde casa son 13% más productivos que quienes no lo hacen.
- Habría menor riesgo de sufrir un accidente en el trabajo, pues el empleado se quedaría en casa y no estaría tan expuesto como cuando anda en la calle.
- Tan solo en marzo de 2020, el mes con el pico más alto de contagios por COVID-19, la aplicación de Zoom reportó 26.9 millones de descargas en todo el mundo, seguida de Skype, con 6.2 millones; y Houseparty, con 5.1 millones.
- Pueden contratarse a los mejores empleados sin importar en dónde viven.
- La empresa registraría un ahorro de espacio físico, luz, agua, Internet, material de oficina y equipos de cómputo.
Protegerse en el trabajo, protegerse en el hogar
El home office parece que llegó para quedarse. Y en la medida en que este esquema de trabajo se vaya ampliado en las empresas, las personas irán adaptando los espacios de su hogar en áreas laborales.
En América Latina, los países con más empleados bajo la modalidad de home office son Argentina, Brasil y México.
Si bien las ventajas son muchas, la protección a la salud nunca debe relajarse. Cuida tu postura, tus horas frente a la computadora y, por supuesto, tus hábitos de sueño. Tu columna te lo agradecerá.
Con la correcta información y mucha disciplina, trabajar desde casa se convertirá en una opción no sólo conveniente, sino también saludable.
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