Aunque casi todo el mundo ha escuchado hablar de las muelas del juicio, no todos saben realmente qué son, cuándo erupcionan y qué problemas pueden generar para el resto de dientes.
Los cordales están muy relacionados con la aparición de dolor, pero no en todos los casos la persona experimenta complicaciones.
¿Por qué tenemos muelas del juicio y para qué sirven?
Cuando hablamos de cordales, nos referimos a las cuatro piezas dentales que salen en la parte posterior de la boca, detrás de los segundos molares.
Estas muelas son las últimas en erupcionar y, generalmente, comienzan a aparecer entre los 17 y 25 años, aunque depende de cada persona.
Es posible que aparezcan en una edad más temprana o tardía, o incluso no llegar a crecer nunca.
Además, como no se rigen por una regla exacta, tampoco tienen por qué erupcionar las cuatro.
Por tanto, el número total de dientes que hay en una dentadura adulta variará en función de si cuenta con las muelas del juicio.
Una persona adulta que ya haya alcanzado la dentición definitiva y los cuatro cordales tendrá un total de 32 dientes, mientras que si no tiene ninguno su mandíbula estará formada por 28 piezas dentales.
Entonces, si no siguen una pauta de crecimiento estable en todas las personas, ¿por qué seguimos teniendo muelas del juicio?
Los cordales tienen su origen en nuestros antepasados, cuando la raza humana necesitaban unas mandíbulas muy desarrolladas para poder ingerir unos alimentos que requerían mayor masticación.
Por este motivo, contaban con más espacio para albergar los cordales
Sin embargo, a medida que la especie humana fue evolucionando y cambió su dieta, comenzaron a desarrollarse mandíbulas más pequeñas.
Las muelas del juicio no tienen una misión fundamental en nuestra boca, por ello es habitual extraerlas si presentan o pueden presentar problemas.
Es en estos casos en los que el odontólogo o cirujano maxilofacial debe evaluar la posibilidad de practicar una cirugía para quitarlas.
¿Por qué las muelas del juicio solo aparecen en la adultez?
Como hemos indicado anteriormente, aunque se produzca la erupción de las muelas del juicio, hay personas que no presentan sintomatología si estas crecen sanas y alineadas.
Sin embargo, hay muchos casos en los que los síntomas se presentan en forma de dolor, infección o inflamación.
Por nuestra parte, la dentadura humana no se desarrolla por completo sino hasta después de los 18 años –y, a veces, hasta incluso mucho después–. De acuerdo a lo observado, esas diferencias se deben a los diferentes tiempos y procesos de crecimiento craneal.
Es por nuestra propia… ¿seguridad?
Al igual que con el resto de procesos de nuestro organismo, el crecimiento dental está regido por infinidad de variables que buscan mantener el “equilibrio” en nuestro organismo. Debido a nuestras “caras planas” de mandíbulas mucho más cortas que nuestros primos, el espacio en nuestra boca nunca es exactamente excesivo.
La complicación más sintomática de las muelas del juicio es el dolor agudo y persistente en la zona donde está erupcionando.
Pero además, pueden dar lugar a otros problemas.
Tanto la falta de espacio como un crecimiento inadecuado pueden comprometer la estructura de la cavidad oral.
Si los dientes comienzan a apiñarse, se dificulta sustancialmente la higiene bucodental, pues el sarro y las bacterias se acumulan en lugares donde el cepillo no puede llegar.
Además, los cordales incluidos -aquellos que están completamente metidos en la mandíbula y cubiertos por tejido blando- están muy asociados a la formación de quistes,
¿Cómo es la operación de las muelas del juicio?
Son dos los profesionales encargados de la extracción de una muela del juicio: el odontólogo especializado en cirugía e implantes y un cirujano maxilofacial.
Estos especialistas determinarán, en función del caso, si es necesario quitar algún cordal.
Como hemos comentado anteriormente, al no tener una función específica dentro de nuestra boca, generalmente se extraen únicamente si presenta problemas.
En algunos casos, se toma la decisión de operar las muelas del juicio cuando la persona ya presenta sintomatología.
En otros casos, el profesional se apoya en radiografías para determinar si se debe realizar la intervención de manera preventiva antes de que se produzcan los primeros síntomas.
La cirugía es bastante sencilla, se practica con mucha frecuencia y puede realizarse mediante anestesia local.
La duración de la intervención depende del estado y la situación de las muelas, es decir, si han salido de manera completa o parcial, si están afectando a las estructuras de la boca, si hay que extraer una o las cuatro…
Recuperación del paciente tras la cirugía
En primer lugar, debe esperar a que se pase el efecto de la sedación.
Por lo general, durante las primeras horas siguientes a la operación podemos llevar a cabo una serie de pautas y esperar algunos inconvenientes:Sangrado: para absorber la sangre se puede colocaruna gasa limpia y húmeda en la zona donde se produce el sangrado de la encía.
Aunque sea algo habitual durante las primeras horas, si el sangrado no se detiene debemos consultar con el cirujano.
También es habitual que se produzca hinchazón e inflamación alrededor
Con el objetivo de aliviar el dolor, podemos colocar compresas o bolsas frías
Aunque sea algo habitual durante las primeras horas, si el sangrado no se de la zona en la que se han extraído las muelas.
El profesional que ha practicado la cirugía recetará algún medicamento para aliviar el dolor. debe ser el más indicado para señalar qué tomar para el dolor.
Una vez tengamos sus indicaciones, debemos respetar tanto el tipo de medicamento como la dosis
Es posible que haya restricciones respecto a la ingesta de ciertos alimentos.
Por regla general, la alimentación durante las primeras horas se reduce únicamente a bebidas frías.
Es recomendable que el paciente siga las pautas marcadas por el dentista y no tome bebidas calientes ni comida sólida hasta que lo indique.
El alcohol y el tabaco afectan de manera negativa al proceso natural de recuperación, por lo que es aconsejable evitarlos.
Recuerda que ni las muelas del juicio ni la cirugía tienen las mismas consecuencias de un paciente a otro, por lo que es necesario que consultes con tu odontólogo o cirujano maxilofacial las pautas adecuadas en tu caso.
De hecho, las indicaciones ofrecidas pueden ser distintas a las anteriormente mencionadas, ya que se habrán establecido en función de tus necesidades.
Ya sabes que el tiempo de recuperación puede variar dependiendo de cada caso.
Por eso, te recomendamos tener paciencia, mantener cerca de ti todo lo que necesites para que no tengas que hacer esfuerzos.
El periodo de recuperación puede ser algo incómodo pero no hay que olvidar que una vez que pase habremos acabado con las molestias y el dolor de las muelas del juicio de manera permanente.
Fuente:www.clinicaferrusbratos.com
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