Pfizer y BioNTech llevaron a cabo un estudio cuando la variante delta, más contagiosa, estaba en pleno auge en el mundo, y con personas que habían recibido las dos dosis previas once meses atrás.
Esta vacuna recibió autorización para uso de emergencia en EE.UU. a mediados de diciembre con lo que posiblemente participaron en este análisis voluntarios que tomaron parte en los primeros ensayos del suero.
“Estos resultados ofrecen pruebas adicionales de los beneficios de las dosis de refuerzo, mientras tratamos de mantener a la gente bien protegida frente a este enfermedad”, indicó el director de Pfizer, Albert Bourla, en un comunicado conjunto.
El estudio se realizó sobre una muestra de 10.000 personas en Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, la mitad de ellas con edades entre 16 y 55 años y una cuarta parte mayores de 65 años.
El consejero delegado de BioNTech, Ugur Sahin, aseguró que con estos hallazgos se demuestra que además “del acceso global a las vacunas para todos, las vacunas de refuerzo podrían jugar un papel importante para respaldar la contención de la pandemia y el regreso a la normalidad”.
Se trata del primer estudio clínico que precisa la protección de las dosis adicionales, después de que varias investigaciones revelaran que la potencia de las primeras inyecciones de esta vacuna comienza a disiparse a partir de los seis meses.
En septiembre pasado, la agencia reguladora de EE.UU. autorizó el uso de emergencia de la dosis de refuerzo de Pfizer/BioNtech para personas de más de 65 años, con condiciones médicas previas o expuestas al coronavirus en su trabajo.
EE.UU. espera poder comenzar a administrar dosis de Pfizer/BioNTech a niños de entre 5 y 11 años de edad a partir de noviembre, si las autoridades dan la luz verde en los próximos días.
FUENTE: EFE
Social Buttons