Expertos del sector de la salud analizan los síntomas del actual coronavirus en distintas partes del cuerpo. Además de fiebre, tos y dificultad respiratoria, en la piel, el estómago y el corazón también puede manifestarse esta enfermedad.
En estos momentos uno de los mejores antídotos contra la COVID-19, además de las medidas de protección, es estar informado. Así lo confirma la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pues insiste en que si se facilita información precisa, la población podrá tomar decisiones y adoptar comportamientos positivos.
En primer lugar, recordar que las afectaciones en cada una de las personas que padecen la COVID-19 son variables. Además de los llamados asintomáticos, hay otro grupo de personas que puede experimentar los síntomas comunes como fiebre, tos seca, dificultad para respirar, y adicionalmente pérdida del gusto y del olfato, afecciones en la piel, en el corazón e incluso náuseas, vómito y diarrea.
Oxigene sus conocimientos sobre la COVID-19
Sin embargo, la particularidad en algunos pacientes con COVID-19, comenta el médico internista javeriano Juan David Botero, es que pueden presentar este signo sin estar acompañadas de la sensación de ahogo; a esto lo han denominado “happy hipoxemia”: aunque a la persona le falta el oxígeno y su cuerpo se está viendo afectado (su corazón tiene que trabajar más, las células sufren por su carencia), no lo siente.
Esa es una de las razones por las cuales los pacientes consultan tarde, sin saber que ya la infección está avanzada.
Como ya lo han sugerido algunas publicaciones, estas personas deben recibir oxígeno de formas no tan invasivas y monitorear su saturación intentando estabilizarla, pero si esto no mejora, “la instancia siguiente y que tratamos de evitar es la ventilación mecánica (intubación)”, complementa Botero.
Ante la falta de oxígeno, una forma de aumentar su generación es haciendo uso de la antigua técnica de mover el diafragma, colocando al paciente boca abajo y con la cabeza de lado para mejorar la respiración, señala el internista. No obstante, esta alternativa es de alta complejidad, por lo que solo debe ser realizada por expertos.
Olores y sabores, que no se pierda el sentido en tiempo de pandemia
El debate sobre si las alteraciones en el olfato y gusto deberían considerarse un síntoma de la COVID-19 ha sido una constante. Sin embargo, cada vez hay más reportes de la presencia de estas alteraciones en pacientes con signos compatibles o con diagnóstico confirmado del actual coronavirus, lo que ha llamado la atención de investigadores a nivel global.
Para la doctora javeriana María Manuela Chemas, residente de otorrinolaringología y cirugía maxilofacial, no se puede desconocer la importancia de estas señales físicas. “Si atendemos de forma oportuna al llamado de estas manifestaciones, podemos evitar que la persona asintomática, pero con pérdida del gusto o el olfato, siga propagando el virus”, explica.
Por esta razón, las personas que presenten pérdida del gusto u olfato y no hayan tenido antecedentes de congestión nasal crónica con patologías como rinitis alérgica o sinusitis aguda, deben practicarse pruebas diagnósticas y someterse al aislamiento preventivo, pues la experta asegura que estos signos son un potencial indicador para identificar a los portadores del virus en fases tempranas.
En la piel también se reflejan síntomas de COVID-19
Según reportes científicos, la piel no se escapa de los efectos del coronavirus, pues la COVID-19 puede manifestarse a través de erupciones en distintas partes del cuerpo como manos, pies, tronco, espalda, axilas, entre otros.
Las manifestaciones cutáneas provocadas por esta enfermedad son materia de análisis por las múltiples formas en las pueden llegar a presentarse y porque se parecen a otras que ya se han visto antes en la piel como varicela o sarampión, lo que hace más difícil distinguirlas.
COVID-19: su estómago también podría estar en riesgo
Síntomas como fiebre, tos seca o dificultad para respirar han sido claramente identificados en pacientes con la COVID-19, pero manifestaciones como náuseas, vómito y diarrea parecen ser una novedad.
Al respecto, la gastroenteróloga javeriana Ana María Manzano explica que según estudios realizados a la enzima (agiotensina-2), por medio de la cual ingresa el virus, confirman que está presente en diferentes tramos del tracto digestivo, como en el intestino delgado, lo que puede explicar la presencia del virus en esta parte del cuerpo.
En cuanto a la afectación que tiene el virus en el hígado, se ha visto que del 14% al 53% de los pacientes con COVID-19 reportan lesión en este órgano y, dice la experta, la mayoría de las alteraciones a este nivel son transitorias y leves.
Además, muchas de ellas apuntan a que el compromiso hepático puede ser resultado del tratamiento farmacológico usado para tratar el SARS-Cov-2 y no directamente generado por este coronavirus.
Aunque no hay evidencia concluyente que confirme la transmisión del SARS-CoV-2 de forma fecal-oral, Manzano recomienda la desinfección frecuente de áreas compartidas.
Si un paciente está bajo aislamiento porque tiene la presencia de la enfermedad, lo ideal es que pueda tener un baño personal. Sugiere, además, que este lugar sea usado por otras personas solo 14 días después de haber salido de hospitalización o de pasar el aislamiento en casa.
Que no le duela el corazón por culpa de la COVID-19
Las conclusiones de los expertos indican que las afecciones cardiacas en pacientes con COVID-19 se deben, en el caso de adultos mayores, al incremento de la exigencia al corazón por la edad y una capacidad ya disminuida en la reserva cardíaca.
En pacientes menores se podría tratar de una miocarditis causada propiamente por el virus. Además, hallazgos científicos confirman que quienes tienen enfermedades cardiovasculares preexistentes son pacientes de alto riesgo y quienes no han presentado problemas previos a la adquisición del virus pueden empezar a padecerlos.
¿Cómo protegen las mascarillas?
El estornudo, la tos y demás expresiones que impliquen la expulsión de gotículas de saliva son fuente principal de transmisión del virus, más aún, sabiendo que hay personas asintomáticas que pueden estar propagando la enfermedad. Por ello, usar una máscara de protección es esencial.
Para el caso del personal médico, hay diferentes tipos de respiradores y EPP (Elementos de Protección Personal) que tienen características particulares y cubren necesidades específicas, por lo que su uso no es genérico. De esta manera se recomienda conocer cuál es el respirador adecuado para cada uno.
Social Buttons