Embarazo mes a mes: desarrollo del feto y cambios en la madre
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noviembre 28, 2021
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A lo largo de los 9 meses de embarazo, el embrión va evolucionando hasta su completa formación: desde cigoto a bebé. Del mismo modo, el cuerpo de la mujer y los síntomas que siente van cambiando a medida que avanza el desarrollo del feto.
Aunque muchas veces se habla del embarazo por trimestres, a continuación os explicamos de forma resumida qué es lo que ocurre mes a mes.
En cada uno de los meses de embarazo, el cuerpo de la mujer da forma a un nuevo ser. Así pues, hablamos en este artículo sobre los ciclos del embarazo.
Se denomina embarazo al periodo que transcurre desde laimplantación en el útero del óvulo fecundado por el espermatozoide hasta el momento del parto. La relación sexual entre un hombre y una mujer es la manera natural en que se da un embarazo, pero no la única. A continuación, te detallamos las distintas etapas o ciclos del embarazo.
Los ciclos del embarazo
Los ciclos del embarazo comprenden los 9 meses en los cuales el embrión evoluciona hasta alcanzar su completo desarrollo. Esta evolución abarca la fase en que es tan solo un cigoto hasta convertirse en un bebé.
Primer mes
La primera semana de gestación comienza en la última semana de la menstruación.
Es posible que, debido al aumento de esta hormona, la mujer empiece a notar algunos síntomas en este primer mes, pero de forma muy suave y prácticamente imperceptibles. No será hasta la ausencia de la próxima menstruación cuando sea verdaderamente consciente del embarazo.
Tras la implantación, se produce la gastrulación. Las células del epiblasto se van dividiendo hasta formar células de tres tipos distintos, que en el futuro serán el tejido del bebé. También se generan las células del mesodermo y la notocorda, que actuará de columna vertebral hasta que ésta se forme.
El embrión tiene un tamaño tan pequeño que todavía no se puede apreciar ni en una ecografía.
En la segunda semana, un conjunto de folículos elegidos crecen, aunque solo uno es seleccionado. Durante la tercera semana, el ovocito sale del folículo y viaja por lastrompas de Falopio.
Las células se van dividiendo hasta formar tres tipos distintos, que en el futuro constituirán el tejido del bebé. También se generan las células que darán lugar a la columna vertebral. En esta etapa, el embrión tiene un tamaño tan pequeño que todavía no se puede apreciar en una ecografía.
Asimismo, la madre empieza a experimentar síntomas muy leves. No será hasta la ausencia de la próxima menstruación cuando la futura mamá sea consciente del embarazo.
Segundo mes
En este segundo mes se originan la médula espinal, el cerebro, el corazón, el intestino y la piel. También empiezan a formarse los ojos, las orejas, la nariz y el labio superior de la boca. Es un mes de mucha evolución en el que el embrión empieza a adquirir forma humana con todo lo que ello conlleva.
Este mes es fundamental, ya que es cuando:
Se forma el corazón, órgano vital para el futuro bebé.
Se inicia la formación de la médula espinal, el cerebro, el intestino y la piel.
También empiezan a formarse los ojos, las orejas, la nariz y el labio superior de la boca.
Es un mes de mucha evolución, pues el embrión empieza a adquirir forma humana. Los cambios en la madre todavía no son notables, pero es posible que empiece a sentir algunos síntomas como náuseas, vómitos o cansancio.
El futuro bebé ya tiene desarrollado todos sus órganos, los cuales madurarán y continuarán evolucionando. A final de este mes, se reducen los molestos síntomas causados por la hormona beta-hCG, como las náuseas o vómitos, pues los niveles de esta hormona se estabilizan.
Este mes ofrece calma y tranquilidad a los futuros padres, puesto que pasados los tres meses se considera superado el riesgo de aborto natural. A partir de ahora, no deberían surgir problemas alarmantes.
En esta fase, se intensifican todavía más las conexiones entre madre y feto, hecho que aumenta la atención que se le presta a la alimentación y el estilo de vida, ya que todo esto afectará directamente al futuro ser.
Se definen los genitales, pero no se puede identificar con exactitud el sexo.
El feto crece hasta los 7 cm y llega a pesar entre 15-20 g.
En este mes la madre comienza a aumentar de peso. Este incremento equivale, aproximadamente, a un 10 % del peso total que ganará durante todo el embarazo. Al final de este mes, se reducen las náuseas y los vómitos, ya que el nivel hormonal se estabiliza y disminuyen los riesgos de aborto natural.
Cuarto mes
El feto se cubre de lanugo, un vello muy fino que recubre la piel.
Se forman las cuerdas vocales y aparecen los pliegues epidérmicos en la palma de las manos y en los dedos.
En este mes, los ojos del feto suelen ser grandes, aunque los mantiene cerrados. Están muy separados entre sí, pero la cara ya está bien definida.
Se puede distinguir perfectamente el cuello, que separa la cabeza del resto del cuerpo.
Los dientes empiezan a formarse.
Con respecto al tamaño, puede medir entre 8,5 y 18 cm. Su peso será de unos 150-170 gr.
Las funciones de sus glándulas sudoríparas y sebáceas empiezan a desarrollarse.
El vientre de la madre sigue aumentando, así como su peso corporal. En este mes, sentir al bebé es algo habitual, ya que sus movimientos son frecuentes.
Quinto mes
El corazón del bebé comienza a latir con fuerza.
Empieza a desarrollar los sentidos y ya logra percibir sonidos y luces.
Al término de este mes, se crea la segunda capa de los dientes.
En el cerebro, se crean millones de neuronas.
El bebé puede llegar a pesar 230-245 gr, logrando una medida de 22-25 cm.
En este mes, el ombligo de la madre se aplana o empieza a salirse hacia afuera. Desaparecen los síntomas de los primeros meses, pero puede que aparezcan otro tipo de molestias como ardores de estómago o congestión nasal.
El bebé ya puede reconocer los sonidos claramente y responder perfectamente a estímulos como la música.
Pasa a medir unos 27-32 cm y pesar desde 450 gr hasta unos 750-1000 gr.
Se pueden palpar las diversas partes del cuerpo del pequeño a través de la pared abdominal. La piel del bebé empieza a volverse opaca y más resistente. El bebé puede abrir y cerrar los ojos, además de hacer gestos, como sacar la lengua. Las proporciones del cuerpo empiezan a igualarse en relación a su cabeza.
Se termina el segundo trimestre y el estado de gestación ya se evidencia. La barriga de la madre es bastante grande y el peso del feto aumenta, por lo que la madre se sentirá cansada, con dolores de espalda, molestias e incomodidades en ciertas posturas.
Séptimo mes
En este periodo, se desarrollan los pulmones y el esqueleto se hace más consistente.
La grasa empieza a acumularse en el cuerpo, lo que le permitirá controlar la temperatura después del nacimiento.
Se pigmenta el iris del ojo y la piel.
El lanugo que cubre su cuerpo desaparece.
La longitud del feto puede ser de 33 a 38 cm, aproximadamente, y puede llegar a pesar hasta unos 1100-1300 gr.
En este mes, debido al tamaño del bebé, la madre se encuentra limitada de algunos movimientos y siente constantemente presión en la vejiga, lo que le genera ir al baño con mayor frecuencia.
Octavo mes
Continúa la disminución del lanugo y el aumento de peso y tamaño.
Además de la luz y el sonido, que ya se habían desarrollado, a lo largo de este mes se crean también las neuronas olfativas, signo de que el cerebro tampoco deja de evolucionar. Empiezan los primeros hipos del bebé.
La causa es que está tragando líquido amniótico, algo que al mismo tiempo provoca como consecuencia movimientos espasmódicos.
Es posible que sientas algo de acidez o que estés estreñida durante esta fase. Todos estos síntomas son muy habituales y se deben al aumento de progesterona en tu cuerpo. No tienes por qué alarmarte. Se recomienda tomar mucho calcio, hierro, ácido fólico, proteínas y vitamina C. Tu estado de gestación es muy avanzado, así que debes cuidarte mucho, pero sin dejar de hacer tu vida.
El cansancio durante este último período también es bastante normal. Esto ocurre no solo por el aumento de peso, que suele fatigar mucho, sino porque tu útero se ha ensanchado de tal manera que te presiona el costado y esto dificulta la respiración.
El feto alcanzará alrededor del 50 % del peso total que obtendrá en todo el embarazo.
Los pulmones y las neuronas olfativas están casi desarrolladas.
Empiezan los primeros hipos del bebé. La causa es que está tragando líquido amniótico, algo que, al mismo tiempo, provoca movimientos espasmódicos.
Es posible que la madre experimente acidez o estreñimiento durante esta fase. Todos estos síntomas son muy habituales y se deben al aumento de progesterona en el cuerpo.
Noveno mes
El bebé desciende a la pelvis y la cabeza empieza a acoplarse en ella y comienza
El bebé desciende en la pelvis y la cabeza empieza a acoplarse en ella. El estómago y el intestino ya funcionan. Su piel ya no está arrugada y es más suave debido a las células de grasa que ya se han formado debajo de ella. El color de la piel ya no es tan rojo, sino que empieza a sonrojarse y se asemeja más al color definitivo que tendrá en el momento del parto.
Como hemos comentado, desde hace ya algunas semanas, los movimientos son menores debido al aumento del tamaño y el peso del feto, pero esto no significa que no sientas la presencia de tu futuro hijo. De hecho, no debe pasar ni un solo día sin que lo sientas, lo cual significará que todo marcha bien.
Al finalizar este mes, el feto debe medir cerca de 43 cm y su peso aumenta en este periodo desde alrededor de 1.980 g hasta unos 2.730 g de media.
Ahora sientes los movimientos más bruscos, como si fuesen patadas, ya que el bebé tiene muy poco espacio para moverse. La cabeza se desplazará durante estas semanas hacia abajo, preparándose para el parto, y podrás distinguir perfectamente entre un pie, la espalda o una mano. Las uñas ya han crecido hasta cubrir la totalidad de sus dedos.
El bebé es capaz de respirar y realizar los movimientos de succión y deglución al mismo tiempo, lo que le permitirá alimentarse de la leche materna cuando nazca. También empieza a fabricar su propia sangre.
Este mes es especialmente largo y preocupante para la madre, aunque lo vive con mucha ilusión: el parto se acerca y son muchas las ganas de verle la carita al futuro hijo.
El final del embarazo
En esta última etapa del periodo de gestación, el bebé tiene las uñas más largas incluso de lo que miden sus deditos, tanto de las manos como de los pies, por lo que puede rascarse e incluso arañarse a sí mismo.
Sus órganos son completamente autónomos y está listo para salir de la placenta y del vientre de su madre. El útero será el encargado de ejercer la fuerza y presión necesarias para que se produzca el parto.
El bebé mide entre 45 cm y 55 cm, y pesa una media de entre 2.520 y 3.670 g.
Sentirás unas fuertes contracciones conocidas como contracciones de Braxton Hicks. El líquido amniótico se renueva cada 3 horas. El intestino de tu hijo está lleno de meconio negro verdoso, formado por las secreciones de las glándulas digestivas, junto con pigmento biliar, lanugo y células de la pared intestinal.
La rotura de aguas y, con ello, el parto puede producirse en cualquier momento. Debes estar preparada para acudir al hospital de inmediato.
Si, a partir de la semana 42, el bebé no ha visto la luz, lo lógico es que el especialista encargado del seguimiento de tu embarazo te provoque el parto, ya que el futuro hijo o hija está listo para nacer y puede suponer un riesgo que se quede más tiempo del necesario en el vientre de la madre.
Por: Joana Mercedes
Fuentes consultada : reproduccionasistida.org y mejorconsalud.as.com
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