Según un comunicado, los estudios sugieren que el tratamiento “tiene el potencial de mantener concentraciones de plasma muy superiores a la cantidad necesaria para evitar que ómicron se replique en las células».
Paxlovid, que ha obtenido una autorización de emergencia en Estados Unidos y otros países, reduce el riesgo de hospitalización o muerte en cerca de un 90 %, comparado con un placebo en pacientes de alto riesgo cuando son tratados en los cinco primeros días desde la aparición de los síntomas.
El tratamiento combina nirmatrelvir, que bloquea la replicación del virus mediante la inhibición de la enzima proteasa, y el ritonavir, cuya función es aumentar la duración de la efectividad.
“Diseñamos específicamente paxlovid para mantener su actividad ante los coronavirus, así como las variantes que actualmente causan preocupación y que tienen predominantemente mutaciones en las proteínas de sus espículas”, dijo el jefe científico de Pfizer, Mikael Dolsten, citado en la nota.
El comunicado indica que en un estudio in vitro realizado por Pfizer, se probó la eficacia de nirmatrelvir contra la encima Mpro que el coronavirus necesita para replicarse y que comparten las distintas variantes del SARS-CoV-2, incluida la ómicron.
“Los resultados mostraron en todos los casos que el nirmatrelvir era un potente inhibidor” dice la nota.
Según Kris White, profesor ayudante del Departamento de Microbiología del centro Icahn del hospital Monte Sinaí, en Nueva York, es alentador ver cómo los primeros datos muestran que el tratamiento oral mantiene “una actividad antiviral in vitro contra» ómicron.
El centro Icahn realizó junto a Pfizer otro estudio de laboratorio para determinar la efectividad del tratamiento paxlovid contra ómicron y otras variantes del coronavirus.
En diciembre, la Agencia Europea del Medicamento aseguró que paxlovid puede emplearse para tratar a los adultos con covid-19 que no requieren oxígeno suplementario y que tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad.
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