El sexo anal resulta doloroso y peligroso cuando no se tienen en cuenta ciertas prácticas, como la estimulación previa y una buena higiene. Conoce más sobre este tema y aprende cuáles son las mejores posiciones.
El sexo anal, a pesar de ser algo muy común, continúa rodeado de todo tipo de prejuicios y mitos. Por ello, muchas personas consideran que es dolorosa en todos los casos, sin tener en cuenta que el dolor no necesariamente tiene por qué ser algo constante.
Para disfrutar de las relaciones sexuales de una manera segura, es necesario tener cierta información que permita tomar decisiones acertadas sobre ellas. A continuación, detallamos 5 posturas que facilitan la práctica del sexo anal, para que sea totalmente placentero. ¡Toma nota!
El sexo anal consiste en la introducción del pene en el ano y el recto de la pareja. Se trata de una actividad que puede brindar mucho placer si se tienen en cuenta ciertas medidas, como, por ejemplo:
- Mantener una buena higiene.
- Estimular a la pareja previamente.
- Utilizar lubricantes apropiados.
- Utilizar protección.
- No realizar fricción de manera brusca.
Como con cualquier actividad sexual, además de los cuidados de la lista anterior, es fundamental usar protección. En relación a esto, una publicación de National Health Services aconseja usar un condón nuevo si se tiene sexo vaginal inmediatamente después del sexo anal. Lo anterior, para evitar la transferencia de bacterias del ano a la vagina.
4 posturas que facilitan la práctica del sexo anal
1. Cucharita
Esta postura para el sexo anal, además de ser muy romántica, facilita la penetración. Para que la práctica resulte más placentera es importante que vaya acompañada de una masturbación. Así, la musculatura anal se relaja y el acto no produce dolor.
¿Cómo hacerla?
- Los dos deben tumbarse hacia el mismo lado y, quien vaya a ser penetrado, debe quedar dándole la espalda al otro miembro de la pareja.
- A continuación, realiza la masturbación.
- Cuando la persona se sienta preparada, se puede iniciar la penetración suavemente.
2. El sometido
El sometido es otra postura para la práctica del sexo anal, que suele ser muy cómoda. Como su nombre lo indica, quien es penetrado tendrá la responsabilidad de dirigir el ritmo del acto y el otro se dejará llevar por los movimientos de su pareja.
¿Cómo hacerla?
- El hombre se tumba boca arriba en la cama dejando su cuerpo completamente estirado.
- La mujer se sienta encima de él dándole la espalda y apoya sus manos en las piernas de su pareja para marcar el ritmo de la penetración.
- El hombre podrá tomarla de las caderas para acompañar sus movimientos y acariciar su trasero y espalda.
3. La cabalgata
Del mismo modo, la postura de ‘la cabalgata’ es una de las mejores para evitar molestias a la hora de practicar el sexo anal. En esta posición, se puede dejar volar la imaginación, ya que las miradas no se encuentran. Para hacerla añadir un poco de picante, pueden utilizar vendas en los ojos.
¿Cómo hacerla?
- Ambos tendrán que acomodarse sobre una superficie en la que puedan sentarse y apoyar los pies en el suelo de manera cómoda.
- Quien vaya a ser penetrado deberá sentarse encima de su pareja, dándole la espalda.
- Con los pies apoyados en el suelo, quien vaya a ser penetrado podrá inclinarse un poco hacia delante para iniciar la penetración de una manera fácil.
4. El tornillo
Esta es, quizás, una postura del sexo anal no tan común. Al principio, puede ser un poco difícil de realizar. Sin embargo, verás que con la práctica, puede generarle un gran placer a ambos, sobre todo, porque facilita la penetración.
¿Cómo hacerla?
- Quien vaya a penetrar debe quedarse de pie, fuera de la cama.
- La otra persona debe acostarse de manera fetal, colocando las nalgas lo más próximo al borde de la cama donde está la pareja. Para facilitar la posición, lo mejor es dejar las piernas juntas.
- Quien penetre marcará el ritmo de la penetración con suavidad y delicadeza.
Cosas que debes tener en cuenta para el sexo anal
El sexo anal es una práctica que no tiene por qué resultar dolorosa si se llevan a cabo una serie de medidas para hacer esta experiencia mucho más placentera. Además, si se realiza con delicadeza y con conciencia, puede ayudar a la pareja a disfrutar sus relaciones sexuales y, a su vez, fortalecer la relación.
No obstante, es necesario tener en cuenta que, a diferencia de la vagina, el ano no tiene lubricación natural. Por eso, como ya mencionamos, lo más recomendable es utilizar algún lubricante que ayude a que la penetración sea más fácil.
Por otro lado, los tejidos de esta zona son mucho más delicados, por lo que se podrían presentar pequeñas heridas. Este aspecto no se debe tomar a la ligera, ya que se incrementa el riesgo de transmisión de infecciones, virus o bacterias. Pon en práctica todas estas recomendaciones y prepárate para un momento inolvidable.
Por: Joana Mercedes
Fuente: consultadas: saludvidahoy.com /mejorconsalud.as.com
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