El estudio, publicado el jueves en la revista médica Anesthesia & Analgesia, descubrió que pequeñas dosis del fármaco de bajo costo y de uso común pueden tener efectos protectores pulmonares y reducir el riesgo de ir a unidades de cuidado intensivo (UCI) o incluso la muerte, por el coronavirus.
Los pacientes que fueron infectados con el virus y que consumían aspirina tuvieron 40% menos probabilidades de tener que usar un respirador artificial en las unidades de cuidado intensivo, según el estudio en el que participaron 400 pacientes entre marzo y julio de 2020.
El consumo de la aspirina disminuyó el riesgo de necesidad de ventilación mecánica en un 44% y en un 43% los ingresos a las unidades de cuidado intensivo, mientras que la tasa de mortalidad durante la hospitalización bajó en un 47%.
“A medida que aprendemos sobre la conexión entre los coágulos de sangre y la COVID-19, supimos que la aspirina (utilizada para prevenir derrames e infartos) podría ser importante para los pacientes con COVID-19”, declaró el doctor Jonathan Chow, quien enseña anestesiología y medicina de cuidados críticos y es el director de la Beca de Anestesiología de Cuidados Críticos en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud.
La enfermedad del coronavirus es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. Se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019, y se ha extendido a cerca de 213 países y territorios.
De los más de 121 millones de casos que han sido confirmados, más de 98 millones se han recuperado, mientras que las muertes sobrepasan los 2,6 millones, de acuerdo con Worldometer, considerado uno de los mejores sitios web de referencia para seguir las estadísticas de la pandemia.
Las naciones donde más víctimas ha dejado la enfermedad son: Estados Unidos, con más de 550 mil; Brasil, con más de 282 mil; México, con más de 195 mil; India, con más de 159 mil; Reino Unido, con más de 125 mil, e Italia, con más de 103 mil.
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