Sin embargo, comer alimentos saludables y estar activo físicamente es favorable para sentirse bien, por lo que escoger los alimentos adecuados no debería ser complicado.
Según proponen desde la American Dietetic Association, las personas mayores deben llevar a cabo un plan de alimentación sana en el que deben poner énfasis en las frutas, los vegetales, los granos enteros y en la leche o lácteos bajos en grasa o descremados.
Por otro lado, también se deben priorizar las carnes bajas en grasa, aves, pescado, legumbres, huevos y nueces. Además, es importante incluir alimentos bajos en grasas saturadas, grasa trans, colesterol, sal y azúcares añadidos.
¿Por qué es importante la nutrición en las personas mayores?
Los expertos del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIH) explican que en la nutrición es clave consumir una dieta saludable y equilibrada en la que incluyamos siempre los nutrientes que el cuerpo necesita. Entre estos se encuentran las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y el agua.
Por tanto, una buena nutrición es muy importante, tengamos la edad que tengamos, ya que los nutrientes nos proporcionan la energía necesaria para sobrellevar nuestro día a día y nos ayudan a controlar nuestro peso.
Por otro lado, una correcta alimentación puede ayudar a prevenir enfermedades asociadas con el envejecimiento, como osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Sin embargo, a medida que nos hacemos mayores el cuerpo cambia, por lo que es necesario tener en cuenta algunos aspectos. Por ejemplo, nuestro cuerpo puede requerir menos calorías, pero deben obtenerse todos los nutrientes.
También hay algunas personas mayores que necesitan ingerir más proteínas, todo depende de la actividad física de cada persona.
Cómo puede comer saludable una persona mayor
En ocasiones, cuando las personas envejecen, es más complicado cuidar la alimentación. Desde el NIH explican que son varios los factores que influyen. Entre ellos los siguientes:
- Hogar: hay personas que de repente comienzan a vivir solas y el mundo se les viene encima a la hora de cuidarse.
- Salud: hay personas que tienen problemas de salud o movilidad, que repercuten en la cocina y la alimentación. También pueden disminuir los sentidos del gusto y el olfato, o incluso hay quienes tienen problemas para masticar o tragar la comida.
- Medicamentos: los fármacos pueden influir en cómo percibimos el sabor de la comida o incluso pueden reducir sus ganas de comer. En esos casos, hay que consultarlo con un médico.
- Ingresos: hay personas mayores que no tienen recursos suficientes para la alimentación variada.
Por ello, desde el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento lanzan una serie de consejos para mantenerse saludable aún siendo mayor:
- Es importante comer alimentos que proporcionan nutrientes sin demasiadas calorías extra, como frutas, vegetales, granos integrales, lácteos desnatados, pescados, mariscos, carnes magras, aves, huevos, legumbres, nueces y semillas.
- Hay que evitar las calorías vacías o huecas, que hacen referencia a alimentos con muchas calorías, pero pocos nutrientes, como patatas fritas, bollería, bebidas azucaradas o alcohol.
- Optar por alimentos bajos en colesterol y grasas, evitando especialmente los que contienen grasas saturadas y trans, que las encontramos en los productos horneados que se venden en tiendas o alimentos fritos en restaurantes de comida rápida, entre otros.
- Beber abundantes líquidos para no quedar deshidratados, ya que, por lo general, las personas mayores beben menos.
Además de estos hábitos nutricionales, para mantener un estado físico y una salud óptimos, es importante practicar actividad física, ya que también ayudará a controlar el peso y prevenir enfermedades.
Los expertos recomiendan practicar por lo menos 30 minutos de actividad física diaria, y, a medida que adquiramos más fuerza, aumentar el tiempo.
Por: Joana mercedes
Fuente: www.mundodeportivo.com
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