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Síntomas alertan de una infección dental


  Para la mayoría de las personas es muy importante contar con una sonrisa blanca y saludable, pero al no cuidarla adecuadamente pueden aparecer diversas infecciones, por ello, en 14-85 Dental Spa te explicamos las 5 enfermedades dentales más comunes:
Ante cualquier síntoma preocupante debemos acudir al especialista para descartar o tratar una posible infección dental y evitar así complicaciones. ¿Cómo reconocer una infección dental? ¡Descúbrelo!
7 síntomas que te alertan de una infección dental

Nuestros dientes están en contacto continuo con residuos de alimentos y bacterias. Aunque la práctica diaria de higiene bucal ayuda a mantenerlos limpios y saludables, a veces se puede producir una infección dental por factores que se nos escapan.

Estas infecciones pueden ser leves o moderadas y, en algunos casos, hasta comprometen la salud general del organismo. Si no se tratan a tiempo pueden provocar un dolor muy intenso y la pérdida total del diente afectado.

Por eso es fundamental conocer sus síntomas y, si los detectas, buscar ayuda profesional. ¡Presta atención!

1. Mal aliento causado por una infección dental

mal aliento
Hay muchos factores que indicen en la aparición del mal aliento. La placa bacteriana, al igual que algunos alimentos, pueden ser detonantes.

La halitosis es uno de los síntomas más evidentes de una infección dental, aunque tener mal aliento no implica que exista una infección si no se dan otros síntomas.

De acuerdo con una publicación en The Journal of Natural Science, Biology and Medicine, el mal aliento se produce por la proliferación excesiva de bacterias, en especial en zonas donde el cepillo no alcanza a eliminar por completo los residuos.

Si la halitosis se debe a una infección, los productos de higiene oral sólo serán una solución temporal. El mal aliento reaparecerá hasta que se elimine la infección.

La presencia de halitosis podría ser una señal de:

  • Sarro.
  • Gingivitis.
  • Caries dental.
  • Abscesos dentales.
  • Alteraciones en la saliva.

2. Deterioro del esmalte dental

Cuando comienza a desarrollarse una infección dental, las bacterias presentes en los dientes producen ácidos corrosivos que, con el tiempo, afectan al esmalte que los protege. Los alimentos que aumentan la presencia de estas bacterias son los hidratos de carbono fermentables, como por ejemplo, el azúcar.

La proliferación de bacterias productoras de ácido ocurre en zonas en las que se acumulan residuos de los alimentos que consumimos. Esas zonas son fáciles de identificar por su textura rugosa y apariencia amarillenta. Podemos mantener esa placa bacteriana bajo control con:

  • Una buena higiene.
  • Un consumo limitado de azúcares.
  • Dejando que la saliva regule el pH de la boca cuando no estamos comiendo. Eso implica comer menos a menudo, o no picar entre horas.

Coincidiendo con una publicación en National Center for Biotechnology Information, si no cuidamos y tratamos la acumulación de placa, el exceso de ácido puede causar un debilitamiento grave de la pieza dental, haciendo que pierda densidad e incluso se quiebre.

3. Dolor en la mandíbula y los dientes

Chica con dolor de mandíbula.

Por lo general, las infecciones tienen relación con la acumulación de placa bacteriana. El dolor en la mandíbula y los dientes, constante o intermitente, puede alertar del desarrollo de enfermedades periodontales o infección dental. El síntoma debe ser valorado por un dentista, ya que puede ocurrir por diferentes afecciones orales o lesiones.

4. Sangrado de las encías

Las encías sangrantes suelen aparecer cuando hay algún tipo de lesión o infección que compromete el tejido. Es común notarlas al usar el cepillo de dientes o hilo dental y, a veces, al ingerir algunos alimentos.

De acuerdo con una publicación en National Center for Biotechnology Information, su causa más frecuente es la gingivitis, que a su vez está causada en gran medida por el crecimiento de placa bacteriana. 

5. Inflamación y enrojecimiento

La infección periodontal, e incluso las caries, genera inflamación y enrojecimiento en las encías, casi siempre acompañado de dolor. Tratar el problema a tiempo es determinante para evitar complicaciones. Si tus encías se inflaman, enrojecen y duelen, acude lo antes posible a un dentista.

6. Dientes flojos

Sentir una de las piezas dentales flojas es una razón más que suficiente para consultar cuanto antes con un dentista, y un síntoma de una posible periodontitis.

Los dientes flojos son una señal del progreso de la infección dental y, a la vez, alertan de que la estructura ósea del soporte del diente se está erosionando. Es habitual cuando no se controla a tiempo la gingivitis, que se convierte así en periodontitis.

La periodontitis puede generar un desplazamiento de los dientes en la zona afectada y, en casos más graves, causa un deterioro del tejido del hueso.

7. Pus

La aparición de pus en las encías es una señal de enfermedad periodontal, y a veces también de infección dental. El bulto de pus o “flemón” se produce como respuesta del sistema inmunitario ante el ataque de las bacterias patógenas que generan la infección.

  • Los bultos de pus, llamados abscesos, tienen en su interior sangre y pus.
  • El absceso es producto de un proceso infeccioso complejo que debe ser tratado por un profesional; si no se controla a tiempo puede provocar daños irreversibles.
  • La infección puede llegar a originar la destrucción de hueso alveolar (es decir, de la zona de la mandíbula que soporta los dientes).

¡Importante!

Si sospechas que tienes una infección dental, acude a un profesional cuanto antes para evitar complicaciones.

Los abscesos dentales que no se tratan pueden hacer que se extienda la infección a otras zonas del cuerpo. Es fundamental atajar la infección a tiempo con un tratamiento adecuado para que esto no suceda.

Para reducir el riesgo de infecciones dentales es primordial mantener una buena higiene bucal y, además, consultar regularmente con el dentista.

Por: Joana Mercedes

Fuente:mejorconsalud.as.com

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