La FDA (la Administración Federal de Alimentos y Medicinas, por sus siglas en inglés) les pidió a los laboratorio Abbott que retiren del mercado las leches de fórmula de la marca Similac PM 60-40 producidas en una fábrica de Michigan tras el fallecimiento de dos bebés que consumieron esta leche y tuvieron una infección bacteriana.
También ha alertado a los padres que tengan estos productos en su hogar que los descarten de inmediato.
El pasado 18 de febrero, el laboratorio Abbot había retirado del mercado de manera proactiva leches de fórmula para bebés que fabrican bajo las marcas Similac, Alimentum y EleCare, todas fabricadas en la misma factoría de Michigan, por haber recibido quejas de infecciones bacterianas aunque no reportaron públicamente fallecimientos a consecuencia del consumo de estas leches maternales.
Fue la FDA quien informó días después que cuatro bebés habían resultado hospitalizados, tres de ellos con la misma bacteria: Cronobacter Sakazakiimuno, mientras que el cuarto tenía salmonella. Uno de los niños falleció, no se reportó cuál de ellos, y hay una segunda muerte confirmada bajo investigación de las autoridades federales.
La FDA dio los datos específicos de la leche que causó las infecciones: Similac 60-40 de laboratorios Abbott cuyo código de partida es el 27032K800. Se confirmó que este lote tendría la bacteria cronobacter Sakazakiimuno, un género de bacterias gramanegativas que pueden generar infecciones similares a la meningitis en los bebés.
Ahora la FDA ha ampliado la lista de productos a ser descartados a las leches Similac PM 60-40 con el código de lote 27032K80 para latas y código 27032k800 para cajas. Ninguna de las partidas en disputa se trata de leches líquidas.
Las leches en mal estado fueron distribuidas a lo largo de Estados Unidos y en Israel. Los padres que tengan dudas pueden comprobar el código de partida en el envase y compararlo con la información que aparece en la página web oficial del laboratorio Abbott (www.abbott.com).
Los inspectores de la FDA realizaron una auditoría en la fábrica de Abbott en Michigan y encontraron registros que mostraban muestras contaminadas por salmonella y cronobacter sakazakiimuno.
Un caso similar ocurrió en 2011 cuando se dieron varios casos de meningitis, sepsis y daños intestinales en niños de muy corta edad. Las bacterias cronobacter suelen no poner en riesgo la vida de los humanos cuando son contraídas en la adultez, pero son extremadamente peligrosas para bebés.
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