Una delegación de la Administración de Joe Biden visitó Caracas el fin de semana para tantear un acercamiento, después de años de pulso político constante con el Gobierno de Nicolás Maduro, según han revelado varios medios, entre ellos 'The New York Times' o 'The Wall Street Journal'.
Washington impuso en 2019 sanciones sobre el petróleo venezolano, como represalia por las elecciones presidenciales de 2018. Venezuela produce actualmente unos 800.000 barriles de crudo al día, lejos de los tres millones que mantuvo durante años.
El bloqueo de la industria energética del país sudamericano ha derivado en una dependencia mayor de Moscú, por lo que ahora Washington se plantea fórmulas para revertir algunos de los castigos impuestos, según fuentes citadas por la cadena CNN. De esta forma, se acercaría a la tesis europea de buscar una diversificación de las fuentes de energía para contrarrestar el peso de Rusia.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ya reveló el domingo que tanto el país norteamericano como sus aliados europeos valoran la posibilidad de un embargo total sobre el petróleo ruso.
Maduro ha sido uno de los más firmes defensores de su homólogo ruso, Vladimir Putin, tras la invasión de Ucrania y su Gobierno no se ha pronunciado oficialmente en estas últimas horas sobre las ofertas que habrían llevado los estadounidenses en su visita a Caracas.
El gabinete que lidera el opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2015, ha confirmado contactos con la delegación estadounidense, si bien ha evitado dar detalles a la espera de poder coordinarse con Washington por "razones de interés y seguridad nacional", según una declaración a la que ha tenido acceso Europa Press.
Por su parte, el también opositor Henrique Capriles confía en que la visita "traiga a futuro resultados positivos en la búsqueda de una solución democrática a la crisis política, económica y social" que padece Venezuela, tal como ha expresado en Twitter.
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