El presidente ruso llamó al líder de Turquía, Recep Tayyip Erdogan le dijo cuáles eran las demandas precisas de Rusia para un acuerdo de paz con Ucrania. Los esfuerzos de Turquía para mediar en el conflicto entre Rusia y Ucrania Parecen arrojar luz sobre las intenciones de Vladimir Putin.
En una entrevista de la BBC con el principal asesor y portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin -quien fue parte del pequeño grupo de funcionarios que escuchó la llamada- quedó de manifiesto que las demandas rusas se dividen en dos categorías.
Según Kalin, las primeras cuatro demandas no son demasiado difíciles de cumplir para Ucrania.
La principal es la aceptación por parte de Ucrania de que debe ser neutral y no debe buscar unirse a la OTAN. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ya ha concedido eso.
También hay otras demandas en esta categoría que en su mayoría parecen ser elementos que harían que Moscú salvara las apariencias.
Ucrania tendría que someterse a un proceso de desarme para asegurar que no sea una amenaza para Rusia. Tendría que haber protección para el idioma ruso en Ucrania. Y a eso se suma la «desnazificación» de la que habla Putin.
Esto es profundamente ofensivo para Zelensky, quien es judío y perdió familiares en el Holocausto, pero la parte turca cree que será bastante fácil de aceptar para Zelensky.
Quizás sea suficiente que Ucrania condene todas las formas de neonazismo y prometa reprimirlas.
La parte difícil
En la segunda categoría de demandas es donde radicaría la dificultad.
En su llamada telefónica, Putin dijo que quiere negociar cara a cara con el presidente Zelensky antes de poder llegar a un acuerdo sobre estos puntos.
El mandatario ucraniano ya ha dicho que está preparado para reunirse con el presidente ruso y negociar con él frente a frente.
Kalin fue mucho menos específico sobre estos temas.
Explicó simplemente que involucraban al «Estado de Crimea» y al «Estado de Dombás», regiones en el este de Ucrania de las cuales algunas partes ya se separaron del país y reafirmaron su identidad rusa.
Aunque Kalin no entró en detalles, se supone que Rusia exigirá que el gobierno ucraniano ceda territorio en el este de Ucrania. Eso sería profundamente controversial.
El otro supuesto es que Rusia exigirá que Ucrania acepte formalmente que Crimea -la península que se anexó ilegalmente en 2014- ahora pertenezca a la Federación Rusa. Si este es el caso, será un trago amargo para Ucrania.
Sin embargo, eso ya es un hecho consumado, a pesar de que Rusia no tiene base legal para poseer Crimea y, de hecho, firmó un tratado internacional después de la caída de la Unión Soviética, antes de que Vladimir Putin llegara al poder, aceptando que la península era parte de Ucrania.
Dado su férreo control sobre los medios rusos, no debería ser demasiado difícil para él y sus servidores presentar todo esto como una gran victoria.
Sin embargo, para Ucrania tendría serias repercusiones.
Si los pequeños detalles de cualquier acuerdo no se resuelven con sumo cuidado, el presidente Putin o sus sucesores siempre podrían usarlos como excusa para invadir Ucrania nuevamente.
Podría llevar mucho tiempo llegar a un acuerdo de paz, incluso si un alto el fuego detiene el derramamiento de sangre mientras tanto.
Ucrania ha sufrido terriblemente durante las últimas semanas, y la reconstrucción de los pueblos y ciudades que Rusia ha dañado y destruido llevará mucho tiempo. También el realojo de los millones de refugiados que han huido de sus hogares.
¿Y qué pasa con el propio Vladimir Putin? Ha habido sugerencias de que está enfermo o incluso que sufre un desequilibro mental.
Pero Kalin dice que no detectó «en absoluto» nada extraño en la llamada telefónica. Según dijo, Putin había sido claro y conciso en todo lo que decía.
Aunque logre presentar un acuerdo con Ucrania como una gloriosa victoria sobre el neonazismo, su posición ante los rusos quedará debilitada.
Cada vez más personas se dan cuenta de que se extralimitó.
Y las historias de los soldados que han muerto o han sido capturados se están difundiendo rápidamente.
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