Es muy común que los pacientes asmáticos reciban tratamientos por vía inhalatoria. Esta medicación efectiva y fácil de administrar mejora de manera notable la respiración. Sin embargo, su uso puede traer consigo consecuencias en la salud oral. ¿Cuáles? En esta oportunidad detallamos sus principales efectos secundarios.
Los inhaladores para el tratamiento del asma
El asma es una enfermedad crónica que afecta el sistema respiratorio. Se caracteriza por una mayor respuesta inflamatoria de las vías aéreas ante distintos desencadenantes ambientales.
La dificultad para respirar, las sibilancias, la tos y el dolor en el pecho son las principales manifestaciones de este trastorno. Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente durante la infancia.
A menudo, su tratamiento incluye el uso de inhaladores. Se trata de unos dispositivos llenos de un medicamento que disminuye la inflamación de las vías respiratorias y favorece la broncodilatación.
De este modo, mejora la sintomatología, facilita la respiración y previene la progresión de la enfermedad. Incluso, durante las crisis asmáticas pueden salvar la vida de la persona afectada.
La elección de la medicación depende de la gravedad de la enfermedad y de las particularidades de cada caso. Algunas opciones son las siguientes:
- Broncodilatadores de acción corta.
- Agentes antiinflamatorios esteroideos.
- Broncodilatadores de acción prolongada.
- Modificadores de los leucotrienos.
La vía de administración más común es la inhalatoria. Por ello, restos de estos medicamentos quedan depositados en la zona bucofaríngea, lo que puede ocasionar efectos locales no deseados.
Según la medicación usada, las dosis administradas y la susceptibilidad del paciente pueden aparecer efectos secundarios en distintas partes del cuerpo. En este artículo nos concentraremos en las repercusiones de los inhaladores sobre la salud bucal.
Efectos de los inhaladores sobre la salud bucal
El uso de inhaladores para tratar las enfermedades respiratorias no infecciosas como el asma y para prevenir las crisis agudas tiene una influencia indirecta sobre la salud bucal. La medicación ocasiona cambios en el medio oral. En consecuencia, aparecen reacciones adversas en los tejidos dentarios y en las mucosas.
El mayor riesgo de sufrir ciertas patologías orales está relacionado de manera principal con la reducción del flujo salival. También con el uso de drogas que disminuyen el pH. No obstante, debes saber que el estilo de vida y la presencia de otros trastornos de salud también inciden en el riesgo.
A continuación, mencionamos los problemas de salud bucal más frecuentes en los pacientes tratados con inhaladores.
Xerostomía o boca seca
Es muy común que los pacientes que sufren asma sean también respiradores bucales. Esto suele suceder como respuesta a la dificultad para respirar y para obtener todo el aire que necesitan.
La respiración oral de manera prolongada y usual lleva a que la boca se seque. Además, ciertos medicamentos que contienen los inhaladores disminuyen la producción salival, lo que exacerba la sequedad oral.
Una boca sin la lubricación adecuada no solo es incómoda para el paciente, sino que dificulta las funciones orales y desprotege a las estructuras bucales. En particular, conlleva a lo siguiente:
- Disminución de la acción de limpieza mecánica.
- Dificultad para el mantenimiento del pH neutro.
- Inhibición de los mecanismos de defensa propios de este fluido.
- Formación de placa bacteriana.
- Enfermedades orales, como la caries, la gingivitis y la halitosis (mal aliento).
Alteraciones en la mucosa oral
Otro de los efectos de los inhaladores sobre la salud bucal son las lesiones que se pueden ocasionar en las mucosas orales. El uso continuado de corticoides sumado a la sequedad bucal —de la que ya hablamos— favorecen la aparición de estas alteraciones:
- Aftas y úlceras bucales, sobre todo en las mejillas.
- Irritación de garganta.
- Disfonía.
- Macroglosia (aumento del tamaño de la lengua), aunque con menos frecuencia.
Halitosis o mal aliento
El mal olor en la boca es otro de los efectos sobre la salud oral asociados al uso de inhaladores. Al no haber una lubricación y una limpieza adecuada a través de la saliva, se producen compuestos volátiles de sulfuro que provocan la halitosis en estos pacientes.
La boca seca favorece el desarrollo de bacterias y el acúmulo de restos de alimentos sobre las superficies bucales. Estos gérmenes y residuos atrapados sobre la lengua, las encías y los dientes, si no se eliminan, ocasionan un feo olor en la boca
Enfermedad de las encías
La enfermedad periodontal es otra consecuencia que hay que considerar por el uso de estos medicamentos. La afección de los tejidos de sostén se produce como consecuencia de la interacción de varias situaciones que confluyen en el paciente asmático.
De hecho, existe una gran asociación entre el asma y la enfermedad periodontal. Esto se debe al desequilibrio en los procesos inflamatorios e inmunitarios y a los efectos secundarios de los fármacos que contienen los inhaladores.
La respiración bucal, la disminución de saliva, la alteración en su composición y en la capacidad defensiva, al igual que el acúmulo de placa bacteriana son situaciones que coinciden y favorecen que las enfermedades periodontales tengan lugar.
Algunos estudios sugieren que el acúmulo de placa bacteriana es mayor en los niños asmáticos. La inflamación de las encías surgiría como respuesta a este exceso de gérmenes sobre las superficies orales.
La gingivitis asociada al uso de inhaladores se observa con mayor frecuencia en la zona anterosuperior del maxilar superior. Se manifiesta con encías hinchadas, rojas, brillantes y sangrantes. También puede haber retracción gingival y sensibilidad dentaria.
Y en los casos más avanzados y sin tratar, el proceso puede evolucionar a una periodontitis. Existe un mayor riesgo de sufrir esta patología cuanto más grave sea el cuadro de asma. Aquí se comprometen los tejidos profundos que sostienen los dientes, lo que puede llevar a la pérdida de los elementos.
Ahora bien, el uso de corticoides inhalados está asociado a la reducción de la densidad mineral ósea. Esta alteración en los maxilares podría impactar en el inicio y en la progresión de la enfermedad periodontal en los pacientes asmáticos.
Caries dental
La caries dental es una de las patologías crónicas más comunes en toda la población mundial. No solo afecta la dentadura, sino que influye en la salud general, en la nutrición y en la calidad de vida de quien la padece.
Este trastorno es de origen multifactorial. La confluencia de factores bacterianos, dietéticos, conductuales, anatómicos y genéticos llevan a la pérdida mineral de los tejidos duros de las piezas dentarias.
Existe una fuerte asociación entre el asma y la caries dental, sobre todo en edades pediátricas. Y esta relación se incrementa en los casos más graves y con tratamientos más prolongados.
De todos modos, existen otros estudios que no lograron encontrar una correlación entre el asma y la aparición de caries. Es cierto que, al tratarse de una patología causada por varios factores, la aparición o no de la enfermedad varía entre persona y persona.
La disminución del flujo salival, el aumento de placa bacteriana y el azúcar agregado en algunos medicamentos son factores que favorecen el desarrollo de la patología en los pacientes con asma.
Erosión dental
La erosión dental es la pérdida de esmalte y de dentina como consecuencia de la acción de ácidos presentes en la boca. Un pH oral menor a 5,5 es capaz de desmineralizar los tejidos dentarios.
Las personas que utilizan inhaladores pueden sufrir este tipo de problema de salud bucal, pues los cambios que provoca el medicamento en la saliva favorecen la aparición del trastorno.
De hecho, los pacientes asmáticos no solo tienen una menor cantidad de saliva; la composición del fluido también está alterada. La mayoría de los fármacos inhalados crean un pH menor a 5,5.
Por ende, su saliva tiende a ser más ácida y tienen más dificultad para neutralizar la acción de los ácidos intrínsecos, como el ácido gástrico que puede llegar a la boca por reflujo gastroesofágico. Los ácidos extrínsecos de refrescos, jugos y frutas corren con la misma suerte.
La estrecha relación entre el asma y el reflujo gastroesofágico también favorece esta acidez oral que desmineraliza las piezas dentarias. En este sentido, es conveniente buscar medidas externas que ayuden a neutralizar el pH para reducir la erosión dental. Por ejemplo, lo siguiente:
- Hacer enjuagues orales con bicarbonato de sodio.
- Utilizar colutorios con fluoruro de sodio neutro después de usar los inhaladores.
Candidiasis
La inhalación de antiinflamatorios esteroideos tiene una gran influencia en el desarrollo de esta micosis en la boca. La infección con el hongo llamado Candida albicans es frecuente en las zonas donde se deposita el aerosol.
Existe una correlación entre el grado de candidiasis y la frecuencia del uso del corticoide. Se ha observado que los cambios que este medicamento ocasiona en la saliva disminuye la protección frente a esta infección. Así, los pacientes experimentan síntomas como incomodidad en la garganta y dificultades para deglutir.
¿Cómo prevenir los efectos de los inhaladores sobre la salud bucal?
Existen algunas medidas que pueden ayudar a la prevención de los efectos secundarios que se dan en la salud bucal por el uso de inhaladores. Las más importantes las comentamos a continuación.
- Beber suficiente agua: para contrarrestar la sequedad bucal y sus consecuencias en la boca es necesario hidratarse de manera adecuada.
- Enjuagues luego de la inhalación: hacer un enjuague de la boca con agua, una solución de bicarbonato de sodio o colutorios con flúor neutro ayuda a eliminar los restos de medicación. También disminuye la sensación de boca seca y la acidez del medio oral.
- Mascar chicles sin azúcar: la masticación favorece la producción de saliva. Usar un chicle sin azúcar puede disminuir la boca seca.
- Usar espaciadores: a la hora de aplicar la medicación, el uso de espaciadores reduce el contacto del fármaco con la cavidad bucal. Se trata de dispositivos que permiten dirigir la dosis de manera más directa a las vías respiratorias.
- Mantener una adecuada higiene oral: cepillarse los dientes, las encías y la lengua ayuda a eliminar la placa bacteriana. También es importante usar hilo dental y pastas dentales con flúor.
- Cuidar la dieta: se deben evitar los alimentos y las bebidas ácidas y abundantes en azúcares simples que favorecen la proliferación de bacterias y acidifican el medio oral.
- Visitar al dentista: acudir al odontólogo con regularidad e informarle sobre el historial de salud ayudará a controlar los problemas de salud bucal asociados al uso de inhaladores. Los tratamientos oportunos y la aplicación de medidas preventivas evitarán las complicaciones.
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