La tradicional mezcla de bañistas, socorristas y vendedores ambulantes volvió a ser este viernes Santo la imagen viva de
Cientos de personas de todas las edades se concentraron este viernes en el agua salada del Mar Caribe y sobre la fina arena de la playa favorita de los capitaleños.
A los vacacionistas dominicanos se sumaron centenares de turistas de diferentes nacionalidades que llegan a Boca Chica atraídos por su blanca, arena, la historia que corre por el mundo sobre el mejor pescado frito del Caribe, las muchas horas de sol y los famosos yaniqueques que ya forman parte hasta de la estrategia de marketing de los políticos en campaña.
De los visitantes a Boca Chica muchos se hacen acompañar de su merienda, pero otros desafían los altos precios de los alimentos que se venden en el lugar, también afectados por una ola inflacionaria que sólo se detiene en las páginas de los informes del Banco Central de la República Dominicana.
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