“Que haya paz para la Ucrania devastada por la guerra, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de esta guerra cruel y sin sentido a la que fue arrastrada”, declaró Francisco desde el balcón central de la Plaza de San Pedro.
El pontífice terminó así de oficiar la Misa de Domingo de Resurrección en la plaza, que estaba repleta de fieles por primera vez desde que comenzó la pandemia a principios de 2020. Muchas de las 50.000 personas en la explanada y en una avenida cercana aplaudieron cuando el pontífice mencionó a Ucrania.
“Comprometámonos todos a implorar la paz, desde nuestros balcones y en nuestras calles”, agregó Francisco. “Que los líderes de las naciones escuchen la súplica de la gente por la paz”. En una clara referencia a la amenaza de una guerra nuclear, Francisco citó una declaración de científicos de 1955: “¿Acabaremos con la raza humana o la humanidad renunciará a la guerra?”.
Francisco también llamó la atención sobre otras guerras al pronunciar el discurso conocido por su nombre en latín “Urbi et Orbi”, que significa “a la ciudad y al mundo”. “Que el conflicto en Europa también nos haga preocuparnos más por otras situaciones de conflicto, sufrimiento y dolor, situaciones que afectan a demasiadas áreas de nuestro mundo, situaciones que no podemos pasar por alto y no queremos olvidar”, afirmó Francisco.
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