Menchón explicó que la pérdida de la memoria es un problema bastante habitual, que puede ser a corto o largo plazo, con aparición repentina o paulatina, con efectos transitorios o permanentes. “Normalmente, las causas suelen ser el envejecimiento o una lesión en una zona critica, causada por un accidente o un ACV (accidente cerebrovascular) pero también pueden estar relacionadas con la salud mental”, detalló.
¿En qué consisten los tratamientos? Según el especialista, se basan en el apoyo de los familiares que acompañan al paciente, junto a la realización de exámenes médicos para determinar el estado de la persona y ciertas medicaciones que pueden ayudar a la mejoría. “Pero también podemos utilizar la tecnología, y en específico el análisis del comportamiento humano”, reveló.
Menchón explicó que existen una gran variedad de sensores que permiten “extraer información de la vida de una persona”, como los smartphones, los smartwatch y los anteojos inteligentes. Se trata de grandes aliados que permiten entender el estilo de vida de las personas, para ayudar al monitoreo diario de la salud y llevar un registro de actividades: “Todo esto nos permite tener una mejora en las asistencia, en la rehabilitación y terapia”.
Para dar cuenta del avance de estas tecnologías, Menchón figuró que el primer prototipo de cámaras wearables (vestibles, que se pueden llevar en diferentes partes del cuerpo), surgió en 1998, y en lo años posteriores fueron avanzando y disminuyendo en tamaño, hasta incluso poder incorporarse en anteojos.
En 2013, Google lanzó el dispositivo de realidad aumentada Google Glass. Este año, Facebook lanzó sus primeras smart glasses, los Ray-Ban Stories, que incluyen dos cámaras y permiten la conexión con un smartphone para llevar adelante todo tipo de acciones: desde grabar videos y tomar fotografías, hasta compartir contenidos y atender llamados telefónicos.
Fuente:infobae
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