El individuo fue identificado como Salvador Ramos, ciudadano estadounidense y residente en este pueblo de 15.000 habitantes ubicado a unos 135 kilómetros de San Antonio.
El gobernador de Texas, Greg Abbot, declaró que Ramos murió aparentemente tras enfrentarse a la policía en la escuela. Dos de los oficiales fueron alcanzados por el intercambio de balas, pero Abbot aseguró que se encuentran en estado estable.
Las víctimas eran alumnos de 2°, 3° o 4° grado con edades comprendidas entre 7 y 10 años. Dos profesoras también murieron en el tiroteo.
Aún no está claro el motivo del crimen, pero la policía reporta que todo parece indicar que Ramos actuaba solo. Tampoco se buscan «activamente» más sospechosos.
El joven conducía una camioneta que chocó contra una zanja a pocos metros de la Robb Elementary School, donde entró y comenzó a disparar.
La escuela tiene alrededor de 500 alumnos y el 90% de ellos son de origen latinoamericano, según The New York Times. El diario añadió que el 87% de los estudiantes son de familias desfavorecidas.
Antes de salir de casa, el sujeto también es sospechoso de haber disparado a su abuela, quien fue traslada al hospital en estado crítico.
Muerto en la escena del crimen
Abbot contó que Ramos era residente de Uvalde y que estudiaba en una secundaria cercana.
La policía vio cómo el asaltante, vestido con un chaleco antibalas, salió del vehículo accidentado portando un rifle que luego disparó a fuego abierto contra el edificio, según dijo a la cadena CNN el sargento Erick Estrada, del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Los investigadores dicen que el sujeto estaba armado con una pistola de mano, un rifle semiautomático AR-15 y cargadores de alta capacidad.
Aunque inicialmente la policía informó que estaba «en custodia», luego Abbott informó que había muerto.
La agencia de noticias Associated Press informó que un oficial de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. que estaba cerca cuando comenzó el tiroteo ingresó a la escuela y disparó y mató al hombre armado, que estaba detrás de una barricada.
«El atacante está muerto y no estamos buscando activamente a otro individuo u otro sospechoso en este caso», informó en una rueda de prensa Pete Arredondo, jefe de la policía local.
Según los informes, dos agentes fronterizos recibieron disparos en el intercambio con Ramos, uno de ellos en la cabeza. Las autoridades dijeron que ambos se encuentran en condición estable en el hospital.
Fuentes cercanas a la investigación del tiroteo le dijeron al diario The Washington Post que el atacante había cumplido los 18 recientemente y que no tenía antecedentes penales.
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