Aunque no lo relacionemos, el estrés puede ser uno de los factores que más afecte la salud de nuestra columna vertebral, ya que nos pone en tensión.
El estrés siempre acaba repercutiendo en nuestro estado físico y de salud de un modo u otro. Así, los efectos que puede sufrir el área de nuestra columna vertebral debido a este problema son una muestra de ello. De hecho, está demostrado que un nivel alto de estrés aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades psicosomáticas.
Efectos del estrés en nuestra columna vertebral
Dolencias en la parte cervical superior de la columna
puede deberse a un exceso de responsabilidades y problemasDolor en la parte más baja de la columna
Dolor en la cintura
El estrés puede causar también un fuerte dolor en la zona de la parte baja de nuestra columna vertebral, casi a la altura de la cintura.
Si ves que sufres este tipo de molestias sin un motivo aparente y no has ganado peso de más, probablemente la causa de tu problema puede ser psicológica.
Muchas veces el estrés y las preocupaciones surgen debido a problemas laborales o personales, así que intenta identificar qué te preocupa y solucionarlo.
Dolor en el coxis
Otra de las zonas que también se ven afectadas y que se encuentran en la zona más baja de la espalda es el coxis. Esta área es una de las más afectadas debido al estrés.
Se trata de una parte que se ve especialmente resentida si en el pasado hemos tenido una lesión.
Para intentar solventar este tipo de dolor lo mejor que podemos hacer es procurar fortalecer los músculos abdominales y de la espalda baja. Así conseguiremos preservar la salud de nuestra columna vertebral.
Debes tener en cuenta que la zona abdominal es la que sirve de soporte al cuerpo y ayuda a reducir la carga que le ocasiona el peso a la espalda.
Así pues, con unos músculos abdominales fuertes logramos un mejor respaldo natural para nuestra columna vertebral.
Otros motivos por los que se producen problemas en nuestra columna vertebral
- Problemas relacionados con la postura. Son más comunes de lo que pensamos. Debido a factores como el trabajo prolongado en la misma posición, acabamos sufriendo dolencias como la tortícolis.
- Problemas degenerativos provocados en buena parte por el desgaste en las articulaciones, como puede ser la artrosis.
- Los problemas relacionados con los discos intervertebrales también provocarán daños en nuestra columna vertebral. Estos son los encargados de amortiguar y proteger las vértebras.
- En ocasiones esto también se debe a traumatismos causados por accidentes, luxaciones, esguinces, hernias y desgarros musculares.
- Otro de los motivos es la posibilidad de padecer una infección en el sistema óseo y neurológico. Sin embargo, no es de las causas más frecuentes ni conocidas. En este caso estaríamos hablando de problemas como tuberculosis, meningitis, tumores o enfermedades inflamatorias.
¿Qué se puede hacer?
En cualquier caso, al margen del factor que desencadene esta dolencia, luego habrá que aplicar una serie de tratamientos para lograr acabar con ella.
En este sentido encontramos tratamientos específicos para cada caso en particular:
- Pueden hacerse con antibióticos, antiinflamatorios, cirugías o injertos.
- Las terapias habitualmente vienen complementadas por maniobras de rehabilitación para recuperar la función de las articulaciones y de los músculos afectados.
Por supuesto, de nada servirá someterse a un tratamiento para acabar con el dolor físico si no conseguimos determinar cuál es el foco del estrés que nos está provocando dicha dolencia.
Si eres una persona que está sometida de manera continuada a situaciones de estrés, no dejes que esto interfiera con la actividad del sistema nervioso.
Para ello, incorpora una serie de hábitos que te permitan cuidar esta zona del cuerpo. Hazlo de forma regular, antes de desarrollar algún tipo de traumatismo o problema más grave.
Trabajada Por: Juana Mercedes
Fuente:mejorconsalud.as.com
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