Y es que según TMZ, James Spears presentó documentos legales para solicitar que la artista sea puesta bajo juramento por supuestos ataques a su nombre en redes sociales y en su próximo libro.
Entre las cosas que pretende el padre de la intérprete de “Toxic” se desmientan de forma legal son: que no se le permitía tomar analgésicos a la cantante, el retiro de un carnet para conducir, además que Britney supuestamente fue obligada a dar ocho tubos de sangre para obtener atención médica.
Spears se vio envuelta en una batalla legal contra su padre para recuperar su independencia. Tuvo que comparecer varias veces ante un juez hasta que a finales del año pasado finalmente logró su libertad.
Durante una de sus intervenciones en la corte, Spears confesó que “la habían obligado a actuar, que no se le dio privacidad y que la obligaron a usar anticonceptivos, tomar medicamentos y asistir a sesiones de terapia en contra de su voluntad”.
El tribunal estadounidense falló en favor de la artista y finalmente, después de más de una década, Britney Spears vuelve a llevar las riendas de su vida sin intermediarios.
#FreeBritney fue el movimiento impulsado por los fanáticos de la princesa del pop en donde se generaron mensajes de apoyo a la cantante durante todo el proceso.
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