Otro elemento que incide en el incremento de los sistemas naturales, son los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, por lo que antes o después de ese período pueden ocurrir huracanes.
El nombre de la temporada ciclónica es porque es el periodo en que estos más se forman. Bolívar Ledesma y Sadam Fron-Frías, encargados respectivamente del Departamento de Meteorología General, y del Centro de Pronóstico de la Oficina Nacional de Meteorología, coincidieron en que hace dos décadas la media de ciclones formados por año era de 9.5, luego cambió a 11, después a 12 y ahora la media son 14.
“En los últimos años los ciclones tropicales se están haciendo más intensos, no pensé que se registrarían ciclones como el Aik en el 2008 afectó la parte de Cuba con 330 kilómetros por hora”, comentó Ledesma.
Precisó que para este año se proyectan 19 nombrados; Se bautizan por seis años se repiten los nombres, menos los más intensos que causan daño y pueden crear efectos psicológicos en la población,.
De acuerdo con Sadam Front Frías, los huracanes se forman como un mecanismo de distribución de energía natural de la Tierra.
La mayor parte de la radiación solar emitida incide en los trópicos y debido a esto se produce un superávit o exceso de energía, la cual es distribuida a otras zonas del planeta donde la radiación solar no incide con la misma intensidad y se encuentran en un déficit energético.
“La Tierra utiliza estos sistemas meteorológicos denominados huracanes o ciclones tropicales para distribuir este exceso de energía”, puntualizó Sadam Fron-Frías.
Precisó que de las 19 tormentas, nueve se convertirían en huracanes y que de estos cuatro alcanzarían categoría cinco en la escala de Saffir Simpson.
La temporada ciclónica inició, y hay dos formaciones, una próximo al Golfo de México, con un 70% de posibilidad de convertirse en ciclón y otra al norestede Las Bahamas con un 10%.
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