Los sacerdotes consideraron el país tiene derecho a organizar sus fronteras y a hacer cumplir la ley de migración, pero que no tienen derecho a violar los derechos fundamentales de las personas.
El clero de Dajabón emitió su posición formal frente a las deportaciones masivas de haitianos indocumentados en el país, y llamó al Gobierno a corregir ciertas prácticas violentas y humillantes que se dan en el proceso
Los sacerdotes consideraron que el país tiene derecho a organizar sus fronteras y a hacer cumplir la ley de migración, pero que no tienen derecho a violar los derechos fundamentales de las personas.
“En las deportaciones masivas, de las cuales hemos sido testigos en las últimas semanas, se están dando condiciones en las que el gobierno no puede asegurar el debido proceso, por los números tan elevados de deportaciones que desbordan las capacidades operativas de los agentes de Migración.
Vemos que esta situación impide que haya una correcta ejecución de los protocolos, en la que todos los nacionales haitianos que son apresados en los operativos de migración y el Ejército Nacional sean depurados de manera efectiva. Por el contrario, son tratados con métodos negadores de derechos.
Esta acción está violando la Constitución nacional, las leyes y los convenios internacionales”, dice el documento firmado por los líderes religiosos de la provincia fronteriza de Dajabón.
Ante esa situación pidieron se detengan las deportaciones masivas, se resuelva el problema de la participación de los militares en el tráfico de personas, se creen nuevos centros municipales para la regularización de los migrantes, y se impliquen a los empleadores como corresponsables en la regularización de los migrantes.
De igual manera mejoren la infraestructura de los centros de detención y crear espacios seguros para los menores, madres embarazadas y lactantes, que deban ser repatriados.
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