Uno de los casos de rescate de niños que más conmovió al mundo fue el del nacimiento de un recién nacido en Alepo, Siria, quien vino al mundo en medio de los escombros que han dejado los terremotos. En el vídeo, que circula por redes sociales, se puede observar a un hombre que sale de las ruinas con el recién nacido en brazos, del cual según informó AFP es la única superviviente de su familia.
Otras historia verdaderamente impactante fue de una Niña de 7 años mantuvo su mano sobre la cabeza de su hermano pequeño para protegerlo mientras estuvieron bajo los escombros por 17 horas tras terremoto.
La niña que le dijo a los rescatistas que si salvaba la vida de ella y su hermano serian sus esclavos por el resto de sus vidas.
“Señor, si nos rescata a mí y a mi hermano… seremos sus esclavos por el resto de nuestras vidas”.
Cada rescate se convierte en una especie de recompensa. Como el de otros dos pequeños, encontrados bajo las ruinas del que fue su hogar. U otro niño más, que literalmente fue sacado de las entrañas del concreto.
Son escenas que se repiten una y otra vez en una labor en la que el tiempo se agota y con él las posibilidades de hallar con vida a más personas. Las bajas temperaturas tampoco favorecen a quienes esperan a ser rescatados bajo las edificaciones que se demolieron en cuestión de segundos.
Persiste además la amenaza de nuevas réplicas, una de las registradas esta mañana ha alcanzado una magnitud de 5,7. En total, los seísmos han causado más de 5.000 muertes. Se estima que sólo en Turquía otras 8.000 han sido recuperadas con vida.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) calcula que más de 2.800 edificios han quedado completamente destruidos, principalmente como consecuencia del terremoto de 7,4 que sacudió el país de madrugada y de un posterior seísmo, ya a mediodía, que alcanzó la magnitud 7,6 en la escala de Richter.
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