Ante los posibles sismos que pudieran provocar daños significativos e inesperados, y para garantizar la seguridad de las edificaciones del país.
El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención Burgos, firmará un acuerdo con la Oficina de Vulnerabilidad Sísmica de Chile para captar las principales medidas para lidiar con este tipo de eventos.
Desde hace varios meses una comisión encabezada por el ministro tuvo la iniciativa de acudir a Chile para revisar el “código sísmico” de esa nación, con el objetivo de tomar como referencia las alternativas de prevención en base a su experiencia, por la alta vulnerabilidad sísmica de ese país.
El funcionario indicó que aproximadamente en marzo de este año se pretende formalizar el convenio con los expertos chilenos, quienes se han destacado por diseñar infraestructuras resistentes a sismos de hasta 8 grados en la escala de Richter.
Acompañaron a Ascensión Burgos, el viceministro de Planificación y Desarrollo de Obras Públicas, Ángel Tejeda; el director de gabinete, Rafael Espinal, y el general Rafael Vásquez Espínola, director de la Comisión Militar y Policial del ministerio de esa institución estatal.
A pesar de que el acercamiento con el país sudamericano se está realizando desde septiembre del año pasado, el ministro destacó que es importante implementar medidas anticipadas a propósito del reciente movimiento telúrico de 5.3 que tuvo epicentro en Las Calderas, en Baní, provincia Peravia.
Enfatizó en que la entidad está dando “pasos firmes” enlazados con la oficina sísmica que ya realizó algunas evaluaciones en infraestructuras viales en el territorio dominicano.
Detalló que dentro de los hallazgos se determinó que diferentes estructuras, tales como puentes y túneles importantes, deben de ser reforzados para mayor seguridad ante el escenario de una catástrofe de esa naturaleza.
“Hay que ocuparse y debemos de estar preparados para cualquier evento que pueda suceder en el país”, dijo haciendo énfasis en los movimientos telúricos significativos que se han registrado cerca de la isla, los cuales no se pueden predecir si se repetirán o no.
Resaltó que después del terremoto que ocurrió a Haití en el 2010, el Ministerio de Obras Públicas y la gestión de turno en ese entonces, estableció como normativa la obligación de realizar estudios de suelos a todos los terrenos donde se edifiquen instituciones públicas para garantizar la seguridad de la construcción, incluso las de cuatro niveles.
Ascención Burgos dijo que esa disposición heredada fue acogida e implementada, lo que avala la protección de muchas entidades públicas y otras edificaciones.
Indicó que muchas infraestructuras tienen la ventaja de tener una construcción basada en “sismo resistencia” que permitiría una evacuación efectiva del personal que esté en el interior del edificio.
La entidad que dirige –puntualizó Ascención Burgos- realiza estudios de suelo hasta en las carreteras antes de aplicar el asfalto para certificar la durabilidad de la obra.
También aseguró que las nuevas edificaciones que cumplen con los parámetros de construir bajo un esquema sismo resistente deben de tener la seguridad de que no sufrirán un colapso inmediato o total.
“Cuando se toman en cuenta los parámetros necesarios en esas zonas de grandes torres, tenemos una ventaja relativa. Tenemos un farallón desde el mar hasta la avenida 27 de Febrero y en algunos lugares se prolonga hasta la avenida Kennedy”, especificó.
El ministro de Obras Públicas agregó que a través de la realización de los diferentes exámenes de suelo determinan dónde se puede construir o dónde se necesita una nivelación del terreno.
“Con estos (estudios de suelo) es que se detecta donde se consigue un suelo firme o sino se fincan pilotes para producir la estabilidad. Nuestras grandes edificaciones son relativamente seguras”, dijo al destacar la seguridad de las torres levantadas en el centro de la ciudad.
A pesar de la seguridad y tranquilidad que pueden aportar este tipo de edificios característicos por su altura, mostró su preocupación por las construcciones informales en algunas zonas vulnerables del país.
El tramo Pontón que colapsó en La Vega luego de las lluvias provocas por el huracán Fiona será finalizado y entregado en junio de este año, precisó el Ministerio de Obras Públicas.
Como parte de las obras que la cartera había pautado construir durante la presente gestión, tiene proyectado entregar más de 100 solo en este año.
De esas, antes del 27 de febrero entregarán aproximadamente 35 obras viales y otras edificaciones.
Para junio tienen previsto entregar listos unos cuatro tramos que comprenden el remozamiento de la autopista Duarte.
Para junio tienen como meta tener lista la autopista de La Vega a Santiago, con seis carriles vía que actualmente tiene cuatro.
Entre las obras importantes que tienen en carpeta están las circunvalaciones de Azua y de Baní, la carretera de Tamboril, la ampliación de la carretera de San Isidro que tendrá ocho carriles con el acompañamiento de dos marginales.
Ascensión citó entre las obras importantes ya inauguradas, la extensión de la avenida Ecológica dejada en servicio ayer por el presidente Luis Abinader y hace varias semanas, la carretera El Mamey-Las Yayas, en la provincia La Altagracia.
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