Altos funcionarios militares confirmaron a la prensa estadounidense que el globo cayó a una profundidad de unos 47 pies (unos 14 metros) por lo que las tareas de rescate no serán tan complicadas, aunque buzos de la Marina están también en la zona para buscar en el agua las posibles piezas.
También hay “embarcaciones no tripuladas que pueden bajar para recuperar la estructura y volver a levantarla en el barco de recuperación”, explicó un funcionario a la CNN, quien explicó que recuperar los restos del globo tomará “un tiempo relativamente corto».
Según recordó este domingo en una entrevista con esta cadena el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, el perímetro en el que se buscan los restos del globo -que tenía el tamaño de unos tres autobuses escolares- tiene siete millas de largo (11,2 km).
El New York Times precisa, citando a funcionarios de defensa, que la operación comenzó poco después de que los restos del globo cayeran al agua y que un barco de la Armada llegó al lugar poco después del suceso.
Todo ello después de que el sábado el globo fuera derribado “con éxito” con un misil lanzado desde un avión de combate, frente a la costa de Carolina del Sur (este del país), informó el departamento de Defensa.
Desde entonces se puso en marcha una operación para recuperar los restos caídos al de Marzo y conocer los mayores detalles posibles de una misión con la que Pekín buscaba “vigilar sitios estratégicos”, entre ellos lugares “militares sensibles”, asegura Washington.
El Pentágono anunció este pasado jueves que estaba siguiendo los movimientos de un “globo espía” chino que sobrevolaba el estado de Montana (noreste de EE.UU.), donde se encuentra uno de los tres campos de silos de misiles nucleares existentes en territorio estadounidense.
China admitió el viernes que el globo le pertenecía, aunque aseguró que “es un dirigible civil utilizado con fines de investigación, principalmente meteorológicos”, una explicación que sigue manteniendo a día de hoy y que, según Estados Unidos, “carece de credibilidad».
Según un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa, la decisión de esperar unos días para derribarlo en el mar, además de ser necesaria para proteger a los ciudadanos que habitan la zona, “fue beneficiosa” para conocer más datos sobre el aparato y sus objetivos.
Por si algún resto del globo llega a la costa, la policía del Condado de Horry (Carolina del Sur) advirtió el sábado a los ciudadanos de que pueden aparecer fragmentos en la playa.
Si los encuentran, los ciudadanos deben alertar a las autoridades y nunca tocarlos ya que son “parte de una investigación federal». “Los escombros no deben ser tocados, movidos o levantados” apuntaron a través de redes sociales.
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