Hay ciertas preguntas que todo hombre debe hacer en su visita al urólogo. Este profesional se ocupa de problemas relacionados con el aparato urinario o genital (aunque esto último es solo en hombres y no en mujeres).
Aunque algunos lo rehúyen o temen, lo recomendable es programar una visita regular a partir de los 40 años. Aun cuando no se experimenten síntomas. Sigue leyendo y te contamos qué puedes decir o preguntar durante la consulta.
¿En qué se especializa un urólogo?
Un urólogo es un profesional de la salud. Está especializado en ayudar a prevenir, diagnosticar y tratar patologías de los aparatos urinario (en ambos sexos) y genital (masculino).
De manera particular, el urólogo se puede ocupar de problemas como los siguientes:
- Cálculos renales.
- Disfunción eréctil.
- Vejiga hiperactiva.
- Incontinencia urinaria.
- Hiperplasia de la próstata.
- Infección en las vías urinarias.
- Baja concentración de testosterona.
- Cáncer de testículo, pene, próstata, vejiga o riñón.
¿Cuándo acudir al urólogo?
Al llegar a cierta edad (más de 40 años) es bueno programar una visita al urólogo para prevención y control. No obstante, también se puede ser remitido por el médico general, debido a algún síntoma que se haya constatado.
En este orden de ideas, algunas señales nos pueden indicar que es necesaria la consulta:
- Enuresis infantil: micción involuntaria de los niños de cierta edad al estar dormidos.
- Cursado o antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
- Dificultad para contener las ganas de ir al baño.
- Necesidad de ir al baño con mucha frecuencia.
- Traumatismo genital o del aparato urinario.
- Cambio del color y aspecto de la orina.
- Dolor, incomodidad o ardor al orinar.
- Dificultad para mantener la erección.
- Sensación de no orinar por completo.
- Sangre en la orina (hematuria).
Preguntas que se deben hacer en la visita al urólogo
Este especialista realiza una revisión de la zona abdominal, genital y rectal. También es posible que ordene exámenes de orina o sangre, tanto como estudios de imágenes (ecografías, sobre todo). Asimismo, solicita información con relación al estilo de vida del paciente (dieta, consumo de alcohol, de cigarrillos, actividad física).
Por su parte, hay algunas preguntas que todo hombre debe hacer en su visita al urólogo. Veamos cuáles son.
1. ¿Cuántas veces al día debo orinar?
No hay un número exacto de veces al día que sean normales para orinar. Esto puede variar, dependiendo del clima, la hidratación y otros factores. Sin embargo, si la persona considera que está yendo al baño con mayor o menor frecuencia de la habitual, debe informarlo durante la visita al urólogo.
2. ¿Qué pasa si tengo dificultades para orinar?
Para responder a esta pregunta, el médico deberá realizar algunas pruebas. Puede ser algo normal dentro del proceso de envejecimiento. Sin embargo, también podría deberse a una hiperplasia benigna de la próstata o a un problema de funcionamiento renal.
3. ¿Necesito un examen de próstata?
Aunque la respuesta la determinará el médico y dependerá de cada caso, la edad recomendada para un primer examen de próstata es a los 55 años. Así lo aconseja el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de Estados Unidos desde el 2018.
No obstante, en el caso de las personas con antecedentes familiares de cáncer, se puede adelantar a la cuarta década. Al contrario, los mayores de 70 años no tienen indicación de un examen de rutina para rastrear cáncer prostático.
4. ¿Cómo se hace este examen?
Este examen implicaba tacto rectal y determinación de PSA hace unos años, pero eso está cambiando.
La medición del antígeno prostático específico (PSA) es hoy la única prueba con aval científico. Al respecto, el mismo Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de Estados Unidos desaconseja desde 2018 el tacto rectal por considerar que no cuenta con evidencias suficientes para ser una prueba útil.
5. ¿Siempre hay que hacerse el examen?
En el caso de esta pregunta, el médico también decidirá y lo pondrá a consideración del paciente. La recomendación de iniciar el rastreo a los 55 años queda sujeta a la valoración que haga la persona que consulta de esa información.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recalcan que la medición del PSA es una decisión personal. Existe la posibilidad de que el resultado sea un falso positivo y la persona atraviese tratamientos potentes que, quizás, no necesitaba.
En general, las estadísticas informan que, al rebasar los 60 años, existen pocas posibilidades de desarrollar cáncer de próstata si el PSA se ha mantenido bajo. No obstante, las investigaciones señalan que el 20,3 % de los pacientes diagnosticados con esta neoplasia se encuentran entre los 70 y los 75 años.
6. ¿El tacto rectal es doloroso?
Lo que a algunos hombres les preocupa o les causa temor al visitar al urólogo es el tacto rectal. Esta práctica no está normalizada entre la población masculina, en comparación con el PAP de las mujeres.
Sin embargo, debe aclararse que, si bien puede resultar incómodo, el tacto rectal no debería ser doloroso. Además, toma poco tiempo y es sencillo. De todos modos, como ya indicamos, la tendencia es a dejar de realizarlo
7. ¿Cómo sé si es disfunción eréctil?
Cuando una persona ha experimentado un problema para tener o mantener la erección durante el acto sexual, es posible que se preocupe. No obstante, un episodio ocasional puede ser común, sobre todo a cierta edad avanzada.
Para poder hablar de disfunción eréctil, debe tratarse de una incapacidad más o menos permanente. En cualquier caso, durante la visita al urólogo, el médico con el paciente examinarán la situación, tomando en cuenta los posibles factores de riesgo asociados.
De igual modo, se deben considerar otras patologías, ya que la disfunción eréctil no solo afecta a la vida sexual de la persona, sino que puede estar relacionada con diversos problemas de salud cardiovasculares, neurológicos o endocrinos, de acuerdo con las investigaciones sobre el tema.
8. ¿Cómo saber si hay cálculos renales?
Además de los síntomas que suelen acompañar a los cálculos (dolor en la espalda baja, presencia de sangre en la orina, molestias o dificultad para la micción), se deben realizar exámenes para el diagnóstico correspondiente.
La ecografía suele ser el estudio de cabecera.
9. ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículo?
Así como lo hacen las mujeres con los senos, los hombres pueden hacerse un autoexamen en los testículos de manera regular. El médico puede explicar cómo se realiza y qué se debe observar.
Un bulto, dolor en la ingle, sensación de pesadez o aumento de volumen en el escroto podrían ser señales de alerta. Si se presentan, hay que hacer una visita al urólogo, quien a su vez examinará y decidirá si hay que hacer alguna prueba.
10. ¿Tiene experiencia en el tratamiento del problema?
En caso de que se haya detectado alguna patología, hay que preguntarle al médico que hizo el diagnóstico si tiene experiencia en el tratamiento de dicho problema. En su defecto, podrá recomendar a alguien más o efectuar una derivación.
11. ¿Qué hacer para prevenir problemas de salud?
No existe un método infalible para prevenir problemas de salud en el aparato urinario o reproductor masculino. No obstante, se pueden tener en cuenta algunas recomendaciones generales:
- Evitar el cigarrillo.
- Reducir el consumo de sal.
- Hidratarse adecuadamente.
- Moderar la ingesta de alcohol.
- Realizar actividad física con regularidad.
- Hacer ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
- Disminuir la ingesta de carnes rojas y grasas trans.
- Llevar una dieta balanceada, incluyendo frutas y verduras frescas.
Otras cosas que deberías decirle al urólogo
Además de las preguntas que todo hombre debe hacer en su visita al urólogo, también hay algunos detalles que se tienen que informar al médico para ayudarlo en el diagnóstico. Hay que hablar con respecto al estilo de vida, cómo es la dieta, si hacemos ejercicio o somos sedentarios, el funcionamiento sexual, la frecuencia y la forma de la micción, los antecedentes familiares o personales de enfermedades crónicas.
No se debe ocultar información para tratar de quedar bien o para no ser “regañados” por el médico. Tampoco hay que pasar por alto algún detalle que se piense que no es importante. Estas actitudes, lejos de ayudar, pueden contribuir a agravar algún problema existente.
Fuente:https://mejorconsalud.as.com
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