El presidente cubano Miguel Díaz-Canel inició el sábado su cuarta visita a México con el fin de consolidar la cooperación bilateral en salud y comercio, parte de los estrechos vínculos que se han fortalecido durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Díaz-Canel arribó en un avión de la aerolínea estatal venezolana Conviasa al aeropuerto internacional del estado de Campeche, con litoral en el Golfo de México, donde fue recibido por López Obrador con honores militares.
“México y Cuba mantienen relaciones de hermandad política desde siempre”, afirmó el mandatario mexicano al darle la bienvenida a su par cubano, al que llamó huésped “distinguido, admirado y fraterno”. En un discurso breve, López Obrador elogió la Revolución cubana y dijo que la impulsó “un pueblo indomable”, que mostró “la frontera que siempre debe existir entre la soberanía y el afán de dominio hegemónico”.
Por su parte, Díaz-Canel agradeció a su homólogo mexicano la solidaridad de los últimos años y meses ante los “desafíos tremendamente difíciles” que ha enfrentado Cuba por los huracanes y el embargo comercial de Estados Unidos. “Se les quiere mucho en Cuba a México y a usted presidente”, agregó.
En la zona arqueológica de Edzná, el mandatario mexicano otorgó a Díaz-Canel la Orden Mexicana del Águila Azteca, la distinción más alta que el país entrega a extranjeros, en reconocimiento al apoyo que brindó Cuba a México durante la pandemia del coronavirus con el envío de cientos de médicos.
López Obrador aprovechó el evento para reiterar sus críticas al embargo comercial que mantiene Washington contra La Habana desde 1962, cuando la Revolución cubana viró hacia el socialismo. En su intervención, el mandatario dijo que “como señal de buena voluntad y de que se está en disposición de hermanarnos entre todos los países de América, considero, y lo expreso con respeto, que el gobierno de Estados Unidos debe lo más pronto posible levantar el bloqueo”.
Luego de que se le otorgara la condecoración, el gobernante cubano señaló que la recibía “con humildad e infinito agradecimiento”.
Algunas organizaciones opositoras mexicanas, como el Partido Acción Nacional, criticaron que se condecorara a Díaz-Canel. A través de su secretaria de Asuntos Internacionales, Mariana Gómez del Campo, el PAN expresó que era “deplorable” y “denigrante” que se diera la orden a un “dictador”.
Posteriormente, ambos presidentes se trasladaron a instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social en Campeche para una reunión de delegaciones de ambos países.
López Obrador adelantó el viernes que analizará con Díaz-Canel la posibilidad de ampliar el envío de médicos cubanos a México para reforzar el contingente de unos 610 que comenzaron a llegar el año pasado, y la posibilidad de adquirir balasto cubano para la construcción de la vía férrea del Tren Maya, una de las obras emblemáticas de su gobierno.
En los últimos cinco años Díaz-Canel ha visitado México en cuatro oportunidades. La primera la realizó en diciembre del 2018 para participar en la toma de posesión de López Obrador, con quien se reunió 10 meses después en la capital mexicana con el fin de hablar sobre planes de cooperación en materia de salud, educación y deporte.
En septiembre del 2021 el gobernante cubano retornó a México para intervenir como invitado de honor en la celebración del Día de la Independencia, y luego en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
En mayo pasado López Obrador visitó La Habana, donde se concretó un acuerdo para el envío de varios cientos de médicos cubanos a México, con el objetivo de reforzar la atención en el sector salud, que enfrenta fallas debido a la falta de especialistas.
México y Cuba han mantenido una relación histórica que se ha extendido más de un siglo. Durante la década de 1960, México fue el único país latinoamericano que no rompió relaciones con el gobierno de Fidel Castro y siguió comerciando con la isla caribeña.
López Obrador ha mantenido una estrecha cooperación y respaldo irrestricto a Cuba en la condena al embargo estadounidense.
En 2021, tras manifestaciones en las que miles de cubanos salieron a las calles a protestar por la escasez de bienes básicos y los cortes de energía, el gobierno mexicano envió a la isla medicamentos, alimentos y combustible en lo que supuso el mayor apoyo en ayuda humanitaria en décadas, sólo comparable al ofrecido en tiempos del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cuando Cuba vivía la crisis provocada por el derrumbe del bloque soviético.
Fuente:https://www.elhorizonte.mx
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