El presidente del Instituto Duartiano se quejó de que el liderazgo político de República Dominicana no asuma a Juan Pablo Duarte como ejemplo a seguir y que tampoco emule su vida y extraordinaria obra.
El doctor Wilson Gómez Ramírez consideró que hay que trabajar mucho con los políticos criollos “para que vean en el patricio un modelo a seguir en el servicio y la administración pública”.
“Duarte se constituye en un referente fuerte que bien merece la atención de nuestros hombres públicos, sobre todo en su honestidad a toda prueba”, sostuvo en una reciente intervención en el Desayuno elCaribe-CDN.
Definió al patricio como un líder político con atributos extraordinarios encarnados en su responsabilidad, “claridad de conciencia, honestidad, integridad, transparencia y una atractiva personalidad que logró concitar la juventud de su época con un propósito claro: conseguir la independencia del pueblo dominicano”.
Wilson Gómez Ramírez aseguró que el liderato del forjador de la Independencia Nacional “dista mucho del proceder del liderazgo político local”.
“Un Duarte que sin lugar dudas se constituye en una figura con una autoridad práctica y una vigencia de permanencia y consistencia, independientemente de que también sabemos que aunque Duarte está vigente y presente en sentido general, el liderazgo político, salvo excepciones, no asume ni el ejemplo ni el pensamiento ni tampoco emula la vida del patricio”, indicó.
El presidente del Instituto Duartiano destacó que Duarte no solo concibió el nombre de República Dominicana para el estado nacional, como se consigna en el histórico juramento trinitario, sino “la bandera dominicana, su escudo y la divisa trinitaria Dios, Patria y Libertad, hoy consagrada en el artículo 34 de la Constitución de la República como lema nacional de los dominicanos”.
Destacó entre las altas cualidades del forjador de la Patria “el apego y respeto al Estado de derecho, así como privilegiar la ley por encima de todo”.
En ese contexto cuestionó si en República Dominicana tienen vigencia “las características inherentes a un Estado de derecho, donde tiene que cumplirse toda ley y acatarse la decisión de la autoridad legítima”.
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