De acuerdo con el expediente, los implicados utilizaban el Banco de Reservas como una especie de «dispensador de efectivo» de la estructura para mover el dinero que extraían de manera irregular.
Dice el documento que los acusados utilizaban los camiones blindados de la referida entidad bancaria en una «operación típica de lavado de activos provenientes de actos de corrupción».
Todos esos movimientos, detalla el expediente, se hacía con el conocimiento del excontralor del banco, Andrés Guerrero, quien «violentó todas las reglamentaciones.
«A sabiendas de la procedencia ilegal de esos fondos, dispuso y facilitó que gran parte del dinero distraído de manera fraudulenta fuera entregado, en efectivo, en las oficinas de Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo, utilizando para el transporte de miles de millones de pesos los camiones blindados del banco, en una operación típica de lavado de activos provenientes de actos de corrupción en donde él en calidad de contralor estaba precisamente llamado a evitarlo, lo que hace este hecho más grave aún», reza la solicitud de medida de coerción.
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