«Hace más de 25 años que en la escuela pública no se exige el acta de nacimiento para inscribir a un niño. Esa decisión se tomó debido a la gran cantidad de niños sin ese documento, sobre todo en los campos del país y barrios populares. El derecho a la educación es universal», tuiteó este viernes.
De inmediato, las palabras del ministro cayeron bien en expertos y juristas. Uno de ellos, Ricardo Rojas León, apostilló con otro tuit las palabras del funcionario:
«Todo niño es titular del derecho fundamental a la educación, independientemente de si posee o no un acta de nacimiento. Y el Estado es un sujeto pasivo, cuya obligación es remover los obstáculos que impidan o dificulten la satisfacción de ese derecho».
Ayer mismo, el abogado y político Vinicio Castillo Semán anunció que acudiría al Tribunal Constitucional para impugnar la resolución que permite inscribir a los indocumentados, pero que antes de someter ese recurso jurídico, recurriría al ministro Hernández para ver sus alegatos.
El funcionario ha emitido su alegado fundamental en Twitter, donde hizo una apología de la medida acudiendo a su larga historia de aplicación en las escuelas.
Los nacionalistas no están muy contentos con semejante disposición. Pero el ministro educativo está dispuesto a seguir aplicándola, para continuar recibiendo a los niños indocumentados, aunque una gran cantidad de ellos proceda de Haití.
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