Para ser más explícito, el salitre puede afectar viviendas y edificios hasta una longitud que va desde el mar Caribe hasta la avenida 27 de Febrero, en la capital, según expertos.
La salinidad, derivada del agua del mar, penetra por pequeños espacios hacia las varillas, y con el tiempo provoca daños a los hierros, que se inflan y el cemento comienza a romperse.
«Con el tiempo, muchas edificaciones ubicadas cerca del mar comenzarán a tener problemas de ese tipo, lo mejor es utilizar varillas que no se afectan con el salitre, como es el caso del acero», dijo el ingeniero Alex Ramírez de Marchena.
Por esa razón, vivir cerca del mar no resulta una ventaja, sino un problema, debido a los daños que provoca el salitre con el transcurrir del tiempo.
Su perímetro de daño dependerá si se trata de un terreno plano o de montaña. «En llanura es más largo el perímetro que afecta», dice el experto.
Todos los metales de hierro que están en las viviendas cercanas al mar se verán afectados por la oxidación que causa la sal de los océanos.
«Es un problema que afecta a muchas cosas, no solo el varillado de los edificios, sino enseres del hogar fabricados en hierro», dice de Marchena.
Sin embargo, como reza un refrán filosófico, «nada es tan malo que no tenga algo de bueno, ni nada es tan bueno que no tenga algo de malo».
¿Por qué?. Las personas que viven cerca del mar absorben yodo y su organismo se fortifica contra ciertas enfermedades, principalmente de la piel.
Social Buttons