En un comunicado publicado en la página web de la Embajada estadounidense en Haití, se informa que el Departamento de Estado hace este llamamiento ante «los recientes enfrentamientos armados entre las pandillas y la Policía» y la «elevada amenaza de delitos violentos y secuestros» en Puerto Príncipe, una situación que últimamente ha afectado en especial a los barrios de Vivy Michel, Tabarre, Torcel, Tapage y Trutier.
«El Gobierno de Estados Unidos ve extremadamente limitada su capacidad de proporcionar servicios de emergencia» a sus ciudadanos en Haití, indica la nota.
El Departamento de Estado sitúa en el nivel 4, el más alto y que se corresponde con «No viajar», los avisos relativos a Haití, a causa de los disturbios y de delitos como los secuestros, de los que ciudadanos estadounidenses ya han sido víctimas y en los que han sufrido diversos daños.
La violencia es extrema en Haití, donde las bandas armadas se han hecho fuertes y controlan gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores, sembrando el terror entre los vecinos que, en muchos casos, optan por abandonar sus casas y convertirse en desplazados internos.
Las masacres, las violaciones, los secuestros y la quema de viviendas se han convertido en algo habitual en este país, el más pobre de América.
En Haití, sumido en una crisis en todos los órdenes, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.
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