La Dra. Aylin Kilinç Ugurlu, investigadora principal del Hospital de la Ciudad de Bikent, explicó: "Por primera vez, encontramos una relación directa entre la exposición a la luz azul y la pubertad temprana en ratas macho. Nuestros hallazgos concuerdan con nuestro trabajo anterior en ratas hembras, que también mostró efectos similares, proporcionando así una visión más completa de cómo la luz azul puede influir en la pubertad tanto en ratas macho como en hembras".
Para llevar a cabo el estudio, se dividió a 18 ratas macho en tres grupos: dos grupos se expusieron a la luz azul durante seis u 12 horas al día, respectivamente, mientras que el tercer grupo de control mantuvo un ciclo de luz-oscuridad de 12 horas sin exposición a la luz azul.
Los resultados revelaron que las ratas macho expuestas a la luz azul mostraron los primeros signos de pubertad "significativamente antes" que el grupo de control. Sin embargo, la Dra. Ugurlu enfatizó que estos hallazgos se aplican a ratas y no deben interpretarse directamente para los humanos.
A pesar de esto, los investigadores planean continuar estudiando los efectos a largo plazo de la exposición a la luz azul en ratas, especialmente en relación con los órganos reproductores y la fertilidad. Esperan que estos hallazgos arrojen luz sobre cómo los estilos de vida modernos y la constante exposición a las pantallas pueden afectar al desarrollo fisiológico y la salud a largo plazo.
La preocupación por el impacto de la luz azul en los jóvenes se suma a una serie de problemas relacionados con la tecnología, como la alteración del ritmo circadiano y la falta de sueño, que pueden afectar negativamente el rendimiento académico y la salud emocional de los adolescentes. La importancia de establecer rutinas y estrategias de intervención en el uso de dispositivos inteligentes entre los jóvenes es cada vez más evidente.
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