“La meditación es una práctica milenaria cuyo origen preciso se pierde en la historia. Es aquietar el parloteo incesante de la mente, es tomar conciencia de nuestros pensamientos e imágenes mentales, sin apego, ni rechazo, observándola con neutralidad, liberándonos de identificarnos con ella”, así lo señala Carmen Julia Gómez Carrasco, quien a sus 32 años de edad, agobiada por estrés de la carga académica, se inició en el mundo de la meditación.
Explica que son múltiples los beneficios que ofrece la meditación, tanto para la salud física, mental, emocional y espiritual, entre ellos: reducción del estrés y la ansiedad, mejoría en el funcionamiento del sistema inmunitario y la presión sanguínea.
También aumento de la capacidad de atención y la concentración, mejoría en la memoria y la capacidad de aprendizaje, optimiza la creatividad, serenidad y un mejor manejo de las situaciones conflictivas en el ámbito laboral y familiar, además de desacelerar el envejecimiento, estimular la neurogénesis y propiciar el auto conocimiento.
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Para la creadora de la Fundación Saber Amar, la edad perfecta para meditar es desde la adolescencia, alrededor de los 12 a 13 años.
Dice que existen diversos métodos para prepararse en la meditación: observando la respiración, recitando mantras, visualizando, contemplando la naturaleza, etc.
Gómez Carrasco asegura que se pueden encontrar meditaciones guiadas y tutoriales en internet, pero es recomendable iniciarse con un instructor presencial.
“Para meditar no tienes que recluirte en un monasterio ni internarte en las montañas de los Himalayas. No tienes que esconder que meditas ni tampoco hacer ostentación de ello. Es un remedio sin costo ni efectos secundarios dañinos. Basta sentarte diariamente unos minutos y cerrar tus ojos en un lugar preferiblemente tranquilo. Con el tiempo, desarrollarás la habilidad de poder meditar en cualquier lugar y cualquier momento”, explica.
Para saber si se está realizando bien el proceso de meditación, dice que al principio surgen muchas dudas, pero que con el tiempo, si se logra un hábito de hacerlo todos los días, durante 40 días consecutivos, se comienza a percibir mejoras en la salud, en el estado emocional y en las actitudes y reacciones ante los hechos cotidianos.
En cuanto al mejor momento para meditar, resalta que lo ideal es hacerlo diariamente y a la misma hora, preferiblemente al despertar, entre 5:00 y 6:00 de la mañana, ya que el aire está menos contaminado, no hay ruidos y la temperatura es más fresca.
Recomendaciones
Para aquellas personas que quieran dedicarse al arte de la meditación, Gómez Carrasco recomienda:
- Consultar diferentes fuentes de información y de escuelas, y luego escoger una escuela, y profundizar en ese camino, ese método.
- Practicar diariamente a solas, y periódicamente, en grupo.
- Ser constante y disciplinado/a.
- Leer libros y ver videos de maestros/as espirituales (Paramahansa Yogananda, Krishnamurti, Carl Jung, Eckar Tolle, etc.) e investigadores en neurociencia como Nazareth Castellanos.
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