Con todo, es normal que los padres no sepan cómo hacerlo, tengan dudas sobre qué temas tratar o piensen que lo hacen muy pronto con respecto a la edad de los niños. La escuela y la comunidad son esenciales durante el proceso, pero los padres son el núcleo más cercano donde deben aprender los puntos claves. Reflexionamos al respecto.
Pilares de la educación sexual: el cuándo y el qué
Los primeros pasos de la educación sexual deberían iniciar entre los 7 y los 9 años de edad. Normalmente, la instrucción escolar la aborda en sus programas, aunque los padres complementan la información con base en las preguntas e inquietudes de los pequeños. Durante la pubertad y la adolescencia, los temas se desarrollan con mayor profundidad, pensamiento crítico y contexto.
Contrario a la creencia popular, el sexo no es el eje central de la educación sexual. En realidad, lo es la sexualidad en general; de manera que los tópicos deben asumir un enfoque más integral. Es por esta razón que cada vez se habla más de educación sexual integral en lugar de educación sexual (así, sin apellido). Recopilamos algunos pilares que deben formar parte de ella.
Conocimientos del propio cuerpo
El conocimiento del propio cuerpo y el de los demás, es la base de una instrucción sexual. Saber cómo cambia con el pasar de los años (pubertad y adolescencia), comprender de forma clara el proceso de reproducción, alentar la autoestima sexual y conectar con las emociones y sentimientos resulta imprescindible durante la formación.
También lo es respetar, comprender y empatizar con la sexualidad de los demás. Términos como expresión, orientación e identidad sexual entran en juego, pues a través de estos espectros se puede construir una idea sólida que guíe la propia sexualidad. En general, esta es la base sobre la que se cimentan los demás tópicos.
El papel de la comunicación en las relaciones sexuales
La educación sexual también promueve la importancia de la comunicación en las relaciones sexuales. Enseñar a los jóvenes a expresar sus deseos, límites y preocupaciones de manera clara y respetuosa les ofrece la capacidad de establecer relaciones saludables y consensuadas. Además, fomenta el diálogo sobre el consentimiento y la importancia de respetar las decisiones de la pareja.
El uso del preservativo como método de prevención
Uno de los aspectos fundamentales de la instrucción sexual es enseñar a los jóvenes sobre el uso correcto del preservativo. Este método de barrera es efectivo para prevenir embarazos no deseados y reducir el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Es importante que los jóvenes comprendan la importancia de utilizar el preservativo en todas las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales u orales.
Prevención de enfermedades de transmisión sexual
Las enfermedades de transmisión sexual , como el VIH, la sífilis, la gonorrea y el herpes, representan un riesgo significativo para la salud de los jóvenes. La educación sexual les permite comprender los riesgos asociados con las relaciones sexuales sin protección y cómo prevenir la transmisión de estas enfermedades. Además, les proporciona información sobre la importancia de realizarse pruebas regularmente y buscar tratamiento en caso de infección.
Respeto a la diversidad sexual
Por último, es esencial que la formación sea inclusiva y aborde la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género. Esto ayuda a los jóvenes a comprender y respetar la diversidad sexual, además de que previene la discriminación y el estigma. La educación sexual inclusiva también les brinda a los jóvenes LGBTQ+ información específica sobre su salud sexual y los recursos disponibles para ellos
Importancia de la educación sexual para niños y adolescentes
Hoy en día, los jóvenes están expuestos a una gran cantidad de información a través de los medios de comunicación. Sin embargo, esta puede estar distorsionada y ser poco realista.
Resulta fundamental que la educación sexual aborde de manera crítica la influencia de los medios y enseñe a los jóvenes a analizar y cuestionar dichas representaciones, al término que promueva una visión más realista y saludable de la sexualidad.
Dicho esto, la educación sexual es más importante que nunca en nuestra sociedad actual. Brindar a los jóvenes conocimiento preciso les permite tomar decisiones informadas y responsables. Además, promueve la comunicación, la salud sexual y el respeto por la diversidad. Invertir en una educación sexual integral es responsabilidad de todos, con especial énfasis de la familia, la escuela y la comunidad.
Fuente:https://mejorconsalud.as.com
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