“El 14 de enero de 2024, 52 años después de suceder a mi amado padre, renunciaré como reina de Dinamarca. Dejaré el trono a mi hijo, el príncipe heredero Frederik”, dijo en el mensaje televisado.
En su tradicional discurso de fin de año, Margarita II, la única mujer al frente de una monarquía, explicó que la operación de espalda a la que se sometió en febrero pasado le hizo pensar en el futuro y “si no había llegado el momento de dejar la responsabilidad a la siguiente generación”.
La popular monarca de 83 años, viuda desde 2018, fue sometida a una operación quirúrgica de la espalda en febrero que la mantuvo alejada de la vida pública hasta abril.
“La operación (…) dio lugar a reflexiones sobre el futuro, sobre la cuestión de si era tiempo de transferir las responsabilidades a la siguiente generación”, dijo la reina.
Desde la muerte de su prima lejana, Isabel II de Inglaterra, Margarita II es la última monarca reinante en Europa.
Más de 80% de los daneses afirman ser favorables a la monarquía y multitudes celebraron su jubileo de 50 años de reinado el año pasado.
“Muchos de nosotros no hemos conocido otro monarca. La Reina Margarita es la encarnación misma de Dinamarca y, a lo largo de los años, ha puesto palabras y sentimientos a lo que somos como pueblo y como nación”, reaccionó la Primera Ministra Mette Frederiksen en un comunicado.
El 14 de enero coincide con el aniversario de la muerte en 1972 de su padre, el rey Federico IX, y de su sucesión en el trono.
Tanto en Dinamarca como en las otras monarquías nórdicas no hay tradición de abdicar, y lo habitual es que los monarcas agoten su mandato hasta la muerte. De hecho, Margarita había reiterado siempre en público que no tenía pensado abandonar el trono y que la condición de reina era “un deber de por vida”.
El primogénito, de 55 años, asumirá el trono el mismo día de la abdicación, después de un Consejo de Estado, con el nombre de Federico X.
Fuente: Infobae
Social Buttons