La Policía Nacional inició búsqueda incesante hace varias semanas de José Antonio Figuereo Bautista, conocido como Kiko la Quema, quien ha sido definido como un microtraficante y uno de los más buscados en los últimos meses.
Pese a los esfuerzos mostrados por las autoridades, allanamientos e intervenciones en San Cristóbal, donde residía el hombre, los agentes no han dado con su paradero.
En medio de la «cacería», como ha sido definida por muchos la búsqueda de ese personaje, la familia del mismo ha denunciado ante la prensa alegados atropellos y maltratos.
Incluso, una de las últimas personas en proclamarse fue su hija Flor María Figuero, de 17 años, quien denunció que agentes de la Policía se metieron a su casa y le destruyeron todas sus pertenencias sin ella estar presente.
La banda de «Kiko la Quema»
El pasado 21 de noviembre el alto mando de la Policía Nacional activó operativos de búsqueda de Figuereo, acusado junto a los integrantes de una supuesta banda que se dedica a cometer homicidios, robos, secuestros, sicariatos, microtráfico de drogas, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos.
De acuerdo con los informes policiales, la banda de «Kiko la Quema» opera en varias comunidades de San Cristóbal, sobre todo en su municipio natal, Cambita Garabitos.
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