Esto quiere decir que el voto juvenil podría ser una fuerza determinante en los comicios de febrero y mayo, puesto que tradicionalmente se produce un nivel de abstención considerable -sobre todo en las municipales-, lo cual aumentaría el peso electoral de los jóvenes votantes.
Sin embargo, una cantidad importante de los jóvenes que se van a estrenar en las urnas todavía no se ha definido, es decir, están indecisos y lo están pensando antes de hacer su elección. En tal sentido, están ponderando las propuestas de los candidatos.
¿Qué quieren las masas juveniles llamadas a sufragar en febrero y mayo? Según estudios y sondeos, lo que quieren es más empleos, mayores oportunidades para superarse y emprender negocios, a fin de lograr metas importantes en lo económico y social. Además, las oportunidades y el deporte los alejarían de los vicios y de la delincuencia.
A un mes de los comicios municipales, algunos no se deciden. Geomar Peña y Manuel Martínez son de esos electores primerizos, del Gran Santo Domingo, que se lo piensan en serio antes de echar su voto. Por quién lo harán es cosa que se va a definir antes o el mismo día de la escogencia.
Otros, sin embargo, ya están muy bien definidos. Tal es el caso de Kimberly Corcino, quien ya sabe por quién votará en las presidenciales de mayo. Entre tanto, se observa poco entusiasmo en algunos nuevos votantes. Cristal Mariela es un buen ejemplo: a ella parece no importarle mucho.
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