El resultado está prácticamente cantado, gracias a su rígido control de la sociedad rusa a lo largo de 24 años en el poder, el período más largo en el Kremlin desde el líder soviético Josef Stalin.
Putin, de 71 años, ha acallado prácticamente todo el disenso por medio de leyes que imponen fuertes multas o prisión a las voces independientes. Aquellos de sus detractores que no han huido al exterior, han sufrido muertes inexplicables. Los otros tres candidatos apoyan públicamente sus medidas.
Putin ha centrado su campaña en la promesa de cumplir sus objetivos en Ucrania, conflicto que describe como una batalla contra Occidente por la supervivencia misma de Rusia y sus 146 millones de habitantes.
El mes pasado, en su discurso anual sobre el estado de la nación, dijo que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN “necesitan un espacio dependiente, decadente, agonizante en el lugar de Rusia para hacer lo que les plazca”.
Putin ha dicho reiteradamente que envió las tropas en febrero de 2022 a proteger a la población rusoparlante en el este de Ucrania e impedir que Kiev se convierta en una amenaza para Moscú al ingresar a la OTAN. Ucrania y sus aliados describen la invasión rusa, el mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, como una agresión no provocada por parte de una gran potencia nuclear.
Dice que las fuerzas rusas llevan ventaja desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana el año pasado y sostiene que Ucrania y Occidente “tarde o temprano” deberán aceptar un acuerdo bajo las condiciones de Moscú. Putin elogió a sus fuerzas que combaten en Ucrania y prometió convertirlas en la nueva elite rusa.
El común de los ciudadanos casi desconoce los muchos reveses que han sufrido sus fuerzas en la guerra, ya que la prensa estatal no informa sobre las bajas, sino solo sobre sus éxitos.
Social Buttons