Según informa este miércoles la prensa polaca, Tomasz Z. fue declarado culpable de cuatro delitos, entre ellos el de «aprovecharse de la indefensión de otra persona para inducirle a mantener contacto sexual», además del uso de drogas ilegales.
En agosto del año pasado, Tomasz Z. que ejercía como párroco del santuario de la Virgen de los Ángeles de Dąbrowa Górnicza (sur) organizó una fiesta en la residencia parroquial con la participación de varios sacerdotes más y un prostituto quien, debido a las drogas ingeridas, perdió el conocimiento.
Cuando la ambulancia llegó al lugar, el sacerdote se negó a dejar entrar a los enfermeros, por lo que tuvo que acudir la policía, lo que terminó por hacer público el incidente y desembocó en la suspensión de sus funciones como párroco.
Los hechos tuvieron un amplio eco en los medios y Tomasz Z. atribuyó a «ataques contra la Iglesia, el clero y los creyentes» las críticas a las que se enfrentó y, tras ser relevado de sus funciones, decidió pasar unos meses en Turquía.
«Creo que si algo similar le hubiera sucedido a una persona cualquiera, que tuviera una profesión diferente, y no a un clérigo, no habría habido ningún problema», escribió el ex sacerdote en sus redes sociales poco después del incidente.
En el juicio, que se llevó a cabo a puerta cerrada, se decidió también que el ex clérigo deberá compensar con casi 4.000 euros a la víctima.
La diócesis de Sosnowiec (sur), donde ejerció como sacerdote Tomasz Z., se ha visto envuelta en otros escándalos en los últimos años, como la detención de un seminarista por participar en una reyerta en un club gay o el asesinato de un cura por parte de otro sacerdote que, tras cometer el crimen, se suicidó saltando al paso de un tren.
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