En su entrega del 6 de mayo, la Greenberg otorgaba un 58% para Abinader, casi lo mismo que obtuvo en las urnas; 25% para Leonel, no tan lejos del 29% que logró, y 13% para Abel, que cosechó un 10%. La diferencia estuvo dentro del margen de error.
Al día siguiente, 7 de mayo, llegó la Mark-Penn/Stagwell del Grupo SIN, pronosticando un 57% para Abinader (lo que acada de obtener), 24% para Leonel y 12% para Abel. Estuvo atinada.
El día 9 salió la encuesta Gallup, del Grupo RCC Media, pronosticando 60% para Abinader, 24.6% para Leonel y 11.1% para Abel. El 57% logrado por Abinader cabe dentro del margen de error (3.1 – 3.5%). Leonel rebasó ese margen. Con Abel acertó bastante.
Según esa encuesta, Roque Espaillat (El Cobrador) lograría un 1.2%, Miguel Vargas y Virginia Rodríguez un 0.3% cada uno, María Teresa Cabrera y Carlos Peña un microscópico 0.1% por cabeza, mientras que Fulgencio Severino figuraría nulo, con un 0.00%. Asimismo, 1.7% votaría por ninguno, 0.1% votaría en blanco y 0.6% no sabe o no responde.
Así ha sucedido: la puntería fue casi matemática. En definitiva, esta medición estuvo muy acertada.
Mediciones fallidas
Otras encuestas no lo estuvieron: se alejaron bastante de los resultados finales. El 16 de abril, la encuesta RD Elige, del Grupo RCC Media, daba un 64.7% al presidente candidato, un 20.8% a Leonel y un 10.9% a Abel. Solo acertó en cuanto a Abel.
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