Heather Pressdee, de 41 años, se declaró culpable de tres cargos de asesinato en primer grado y 19 más de intento de asesinato. En consecuencia, un juez del condado de Butler la condenó a tres cadenas perpetuas consecutivas por los primeros cargos y a entre 380 y 760 años de encarcelamiento consecutivos por los restantes.
Según precisó Henry, la enfermera administró «dosis letales y potencialmente letales de insulina a 22 pacientes» en instalaciones medicas, provocando que la «mayoría» fallecieran poco después o más tarde.
La agencia AP señala que Pressdee habría estado involucrada en la muerte de al menos 17 pacientes que vivían en cinco centros de salud en cuatro condados del estado de Pensilvania entre 2020 y 2023.
La fiscal afirma que Pressdee aprovechó la confianza que depositaron en ella los pacientes que dependían de su cuidado para «envenenarlos». Asimismo, indicó que, aunque la sentencia no «recuperará las vidas perdidas», garantiza que la sindicada nunca tenga «otra oportunidad de infligir más daño».
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