Según Castillo, una fuente allegada al caso le reveló detalles de que Bonilla se niega a pagar el restante del costo de la obra, unos 600 millones de pesos.
Precisa que Bonilla se molestó con el Consorcio Consmara – Seminsa, porque estos, al ver la falta de respuesta por parte del funcionario, recurrieron a comunicarse con el expresidente Hipólito Mejía, para que fungiera como intermediario. De acuerdo a Castillo, esta intervención agravó la situación, pues el ministro, ante la gestión del contratista, hizo uso de su autoridad y ordenó que no se pagara dicho monto.
Se recuerda que el complejo hospitalario, con capacidad de unas mil camas, empezó a construirse en el 2014 y en el 2021, el actual gobierno inauguró dos de sus cuatro bloques, pero solo la consulta externa está funcionando y el recién abierto laboratorio clínico.
La obra es considerada la más grande y avanzada del país. A la fecha está operando en menos del 18% y lo único que se ha puesto totalmente en funcionamiento es el servicio de consulta externa, donde acuden cada día entre 5,000 y 7,000 pacientes, así como un moderno laboratorio clínico y parte del área administrativa.
Las restantes edificaciones del complejo, cuya obra de infraestructura está prácticamente completa, amueblada, climatizada y equipada, se mantienen al parecer en espera de que ocurra un “milagro” para abrir sus puertas y dar servicio
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