El Journal, que cita a funcionarios de seguridad informados del asunto, dice que el atacante de Trump, Thomas Crooks, usó el dron con una «ruta de vuelo programada» sobre la zona en que iba a celebrarse el evento en Butler (Pensilvania) horas antes y que la ruta sugiere que hizo volar el aparato más de una vez.
La información, que refleja los importantes fallos de seguridad en la organización del encuentro político, se suma a otros detalles del atentado que se han filtrado con cuentagotas mientras el FBI lidera la investigación principal sobre las dos grandes incógnitas del ataque: qué motivó a Crooks a disparar a Trump y cómo lo logró.
Tras una reunión entre miembros del FBI y el Servicio Secreto con congresistas el pasado miércoles, se han conocido detalles sobre el historial de búsquedas en los dispositivos del atacante, que incluía a Trump y al presidente, Joe Biden, y las próximas intervenciones públicas de los dos, entre otras cosas.
Según CNN, los investigadores encontraron también una foto en su teléfono de Ethan Crumbley, el autor menor de edad de un tiroteo en una escuela de Míchigan en 2021, que dejó cuatro estudiantes muertos y siete heridos, y datos sobre sus padres, condenados por homicidio involuntario.
El día del ataque, según divulgó ABC, los francotiradores del Servicio Secreto vieron a Crooks sobre el tejado del edificio desde el que disparó 20 minutos antes de que lo hiciera, y las fuerzas de seguridad lo habían identificado como persona de interés ya una hora antes e incluso observaron que usaba un telémetro.
Crooks, de 20 años, fue abatido por los francotiradores segundos después de que disparara contra Trump mientras este hablaba en el escenario; el expresidente salió ileso con apenas una herida en la oreja derecha, mientras que una persona del público falleció y otras dos resultaron heridas de gravedad.
El próximo lunes está previsto que testifique la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, ante un comité del Congreso de EE.UU.
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