La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de San Mateo el Apóstol, en Washington, y contó igualmente con la presencia del también expresidente demócrata Bill Clinton (1993-2001).
Ethel Kennedy, viuda de Robert F. Kennedy, exfiscal general asesinado en 1968, falleció el pasado 10 de octubre a los 96 años.
El acto en su honor, en el que cantaron Sting y Stevie Wonder, colocó en primera fila a Biden junto a Clinton, Obama y Pelosi.
El pasado julio, la retirada del apoyo que Obama y Pelosi habían otorgado a Biden en su aspiración a un segundo mandato fue un desencadenante crucial a la hora de que este le pasara el relevo electoral a la vicepresidenta, Kamala Harris.
A mediados de ese mes, según hizo saber el diario The Washington Post, Obama dijo a sus círculos cercanos que Biden debía «reconsiderar seriamente» su candidatura.
Su pobre desempeño en el debate contra el expresidente (2017-2021) y aspirante republicano, Donald Trump, en el que se le vio titubeante y sin fuerza para desmentir los bulos de su rival, había incrementado las dudas sobre su capacidad para seguir al frente.
Pelosi, a su vez, fue también determinante por su influencia en el Partido Demócrata. En un momento en que Biden reiteraba que no pensaba abandonar sus planes, la legisladora subrayó en una entrevista en la cadena MSNBC que debía tomar una decisión porque el tiempo apremiaba.
Esta misma semana Pelosi dijo al diario The Guardian que no había hablado con Biden desde que este dio un paso atrás: «Puede que haya gente en su entorno que todavía no me haya perdonado por mi papel», bromeó.
En un emotivo discurso, el presidente celebró la vida de Ethel Kennedy, quien lo apoyó en 1972 tras el accidente en el que murieron la primera esposa y la hija de Biden.
«Ethel era una heroína por sus propios méritos; llena de integridad y empatía», subrayó el mandatario. «Somos un mejor país y estamos en un mejor planeta gracias a ella», agregó.
Entre los hijos de Ethel Kennedy está el político Robert F. Kennedy Jr., que aspiró este año a la Presidencia estadounidense como independiente, pero que ahora respalda la campaña de Trump, algo de lo que se han desmarcado sus hermanos.
La matriarca de los Kennedy fue una figura central en una familia marcada por la tragedia.
Su marido fue asesinado el 6 de junio de 1968 en Los Ángeles cuando hacía campaña por la nominación presidencial del Partido Demócrata. Cinco años antes, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, fue asesinado su hermano, el presidente John F. Kennedy.
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